“Vos te pensás que tengo que vestirme como los caballeros del zodíaco
para tener el metal en la piel?”
María Elena Fusceneco
para tener el metal en la piel?”
María Elena Fusceneco
Quién no deambuló por los eventos animeros argentinos y se cruzó con alguna jovencita disfrazada de Sakura? O un chico caracterizando a Shaoran, con su clásica ropa verde? El que no sabe de lo que hablo, tiene que salir de este blog y seguir viendo pelotudeces en Internet (nooo, mejor quédense por favoooor); el que no los vio nunca, debe sentarse a ver mucho anime, o comprarse anteojos. A fines del 2000, cuando todavía la crisis socio-económica no se había desatado en Argentina, pudimos deleitarnos, de la mano del Cartoon Network, con uno de los anime más brillantes estrenados por estas latitudes: Card Captor Sakura (o simplemente Sakura). Con 13 años a cuestas, todas las tardes a las 4 y media, me escapaba a la habitación de mis viejos para ver esta serie. Tenía que hacerlo así, porque en la tele de mi pieza no se veía el canal 4 (en ese momento). Hoy, nueve años después, CCS puede disfrutarse nuevamente, pero en el canal Boomerang (puaj). Eso si, hay que soportar publicidades de mierda sobre programas de mierda o juguetes de mierda. Ah, olvidé comentar, que la emisión ‘moderna’ de Sakura se da los martes a las 11 de la mañana, muy cómodo para todos, cualquiera sea la edad o actividad. Claro, algunos prefieren Internet, como salida a estas bondades de la televisión latinoamericana.
Ya sea en su idioma original, o en la versión doblada, Sakura se puede disfrutar en ambos casos. El opening pareciera indicarnos que es una serie más del estilo “nenita japonesa que disfruta del cole, que ve alterada su vida por un elemento sobrenatural, y se convierte sin chistar en una heroína que salva a quien no conoce, y lucha por la justicia en un mundo afable, y de paso persigue el amor de un jovencito a quien quiere, pero en secreto”. La realidad no es tan así... Todo lo que antes expliqué, sucede en Sakura, pero entremezclado con esto, hay una maraña de despelotes, dignos de una telenovela, que se los debemos a las chicas de Clamp. Cuando digo despelotes, me refiero a: relaciones re contra cruzadas, personajes extra extravagantes, desviaciones / desvariaciones sexuales múltiples y perversión en su estado más puro.
Las chicas de Osaka y Kodansha empezaron a publicar el manga de Card Captor Sakura a mediados de 1996 (hace ya más de 12 años la puta madre!) y enseguida, la serie comenzó a derrocar presidentes. La animación llegó a las pantallas de NHK en 1998 (por Pay Per View)
Lejos de los hikikomoris en esa época, NHK, nos presentaba la historia de Sakura Kinomoto, una linda niña de 10 pirulos quien por arte del destino encuentra un libro llamado The Book, ah no, The Clow en la biblioteca de su casa. Al abrirlo, utiliza una de las cartas que éste contenía, haciendo que el resto saliese volando del lugar. Entonces despierta el guardián de las cartas, Kerberos. Por el nombre, parece que se lleva por delante a todo el mundo, pero en realidad es un bichito de mierda. Kero-chan (como Sakura lo llama a partir de ver que es como un peluche) es sin lugar a dudas, la mejor mascota (no mascota de Bound) de la historia del anime (superando a Kon, Gema, Enn-chan, Pen-Pen entre otros). Para justificar un poco la serie, Sakura acepta la misión que le confiere Kero: buscar las cartas dispersas por el mundo (bah, por Japón en realidad) y evitar que hagan quilombo al mejor estilo Clamp ^_-. La historia se centra, al comienzo, de manera muy prolija en la recolección de las cartas. Todos episodios auto conclusivos que no necesitan tremendas guías (al mejor estilo Evangelion) para ser comprendidos. Claro, la protagonista nunca está sola: además del guardián en forma de peluche, está Tomoyo. Mientras Sakura se dedica a sellar las cartas, su más que cariñosa amiga (el mejor personaje de la serie según mi arrogante opinión) la viste y la filma casi sin excepción. Sin embargo, carece de poderes mágicos, siendo útil solo para capturar un par de cartas. No es monopolio de Clamp, pero recién después de Sakura, se empezaron a ver series con este tipo de relaciones tan particulares (no por eso, negativas), por lo menos, por estos lados. La protagonista vive con su papá y su hermano mayor. Touya onii-chan es bien puto, ya se los digo. No es un personaje odiable, pero tiene un trato especial con su (también) mejor amigo, Yukito. Las amantes del yaoi (el implícito claro) de parabienes. A su vez, Yuki es el enamorado de Sakura, a pesar de la “pequeña” diferencia de edad (16 a 10). Pero esto no parece ser un obstáculo concreto. Tras algunos episodios, aparece un rival para Sakura, en la recolección de basura, digo de cartas, y a nivel amoroso también. Estoy hablando de Li Shaoran, un chinito que viene de China (claro), familiar muy lejano de Clow Reed (olvidé decir que el mago éste era el creador y antiguo dueño de las cartas homónimas). En seguida, Shaoran se ve atraído por el joven Yukito, llenando el cartón (BINGOOO). Claro, que en el anime todo está bastante sazonado, y salvo la el triángulo amoroso Sakura-Li-Yuki, el resto no está muy claro. Es una pequeña gran diferencia con el manga, que es mucho más explícito. Como relleno para la serie de TV, más tarde hace su aparición Li Meiling, “prima” incestuosa de Shaoran. La chinita pronto pone los ojos en Sakura, en este caso, no al nivel de Tomoyo. Simplemente la ve como rival de su primo y quiere que se muera...
Tras capturar todas las cartas, Sakura obtiene nuevos poderes, Kero recupera su forma original (una especie de león con alas, bastante contrastante con el peluchín), y aparece un segundo guardián para la protagonista: Yue, que resulta ser Yukito, pero con un aspecto más mágico (ojo, no por eso, menos afeminado). La jovencita debe transformar las cartas Clow en cartas Sakura, para poder controlar definitivamente su poder. La serie va llegando a su arco argumental final, con el arribo de otro equipo, cuyas intenciones parecen desconocida. Son Eriol (lider) y sus dos guardianes Nakuru (cuya forma original es Ruby Moon) y Spinel (Spinel Sun). El chico llegado de Inglaterra, también posee poderes, pero a estas alturas, ni yo me acuerdo cual era su verdadero papel en la serie.
Por razones de emisión, a partir de la llegada de todos estos personajes nuevos no entendí mucho. Si recuerdo el cambio en los sentimientos de Sakura para con Shaoran (y viceversa) y el insólito final, pero no mucho más. Hablando del diseño de los personajes para la TV, debo decir, que es bastante limpio y agradable, con un punto altísimo en los enfrentamientos de la protagonista con las cartas y en los trajes que ésta utiliza a lo largo de la serie. El abuso de SD hace la serie aún más divertida. La emisión en la región fue muy leal. El doblaje no alcanzó el nivel de BT’X, Zenki (dios)o Virtua Fighter pero es bueno (nótese el profundo sarcasmo en mis palabras). A cargo de la voz de Sakura, esta la reconocida Cristina Hernández, que interpreta a todo personaje protagónico femenino lindo, en serie, telenovela o anime, que el tiempo le permite doblar. Digo reconocida, porque tuvo el coraje de asistir al evento animero más horroroso de la historia: Release! Clamp’s World que se hizo en junio del 2008 (FanCon háganse responsables de ese fiasco)
Para dar un final más elegante, pero no por eso más claro, se estrenó en Julio del 2000 en los cines japoneses, CCS – Fuuinsareta Card, la segunda película de la serie (de la primera no hablo porque no la vi ni me interesa verla). Con una animación que bichifica, da un aparente cierre a la relación Sakura-Shaoran...
A estas alturas, se habrán cansado de leer algo que ya deben saber de memoria, pero era mi deber, hacer un resumen de este clásico de clásicos del anime en Argentina. Acá la serie pegó mucho, viéndose esto reflejado, como decía al comienzo del artículo, en los cosplays de los eventos y también en el merchandising que se puede espiar en los que asisten a estas convenciones. Card Captor Sakura tiene personajes que se han hecho realmente populares, pero cada uno por diferentes razones: Sakura y Shaoran por su claro protagonismo y por la parejita que arman (repitiéndose de alguna forma en Tsubasa Reservoid Chronicles); Kero por la ternura de su apariencia, absolutamente entrañable; Tomoyo por la perversión hacia su mejor amiga, muchas veces imitada; y finalmente Yuki y Touya por ser embajadores del yaoi en el mundo.
Espero no haya objeciones cuando digo que CCS debe ser una de las cinco mejores series de todos los tiempos (después de Full Metal Alchemist y algunas más). Por qué? No es fácil explicarlo. Será por la mezcla perfecta que hay entre dulzura y locura, entre acción y comedia, entre inocencia y perversión. Pero pregúntenselo sino a los miles y miles de fanáticos, que alguna vez, se dignaron a ver el Cartoon o Boomerang, aún con ventipico de años, solo por las aventuras de Sakura Kinomoto y compañía...
Ya sea en su idioma original, o en la versión doblada, Sakura se puede disfrutar en ambos casos. El opening pareciera indicarnos que es una serie más del estilo “nenita japonesa que disfruta del cole, que ve alterada su vida por un elemento sobrenatural, y se convierte sin chistar en una heroína que salva a quien no conoce, y lucha por la justicia en un mundo afable, y de paso persigue el amor de un jovencito a quien quiere, pero en secreto”. La realidad no es tan así... Todo lo que antes expliqué, sucede en Sakura, pero entremezclado con esto, hay una maraña de despelotes, dignos de una telenovela, que se los debemos a las chicas de Clamp. Cuando digo despelotes, me refiero a: relaciones re contra cruzadas, personajes extra extravagantes, desviaciones / desvariaciones sexuales múltiples y perversión en su estado más puro.
Las chicas de Osaka y Kodansha empezaron a publicar el manga de Card Captor Sakura a mediados de 1996 (hace ya más de 12 años la puta madre!) y enseguida, la serie comenzó a derrocar presidentes. La animación llegó a las pantallas de NHK en 1998 (por Pay Per View)
Lejos de los hikikomoris en esa época, NHK, nos presentaba la historia de Sakura Kinomoto, una linda niña de 10 pirulos quien por arte del destino encuentra un libro llamado The Book, ah no, The Clow en la biblioteca de su casa. Al abrirlo, utiliza una de las cartas que éste contenía, haciendo que el resto saliese volando del lugar. Entonces despierta el guardián de las cartas, Kerberos. Por el nombre, parece que se lleva por delante a todo el mundo, pero en realidad es un bichito de mierda. Kero-chan (como Sakura lo llama a partir de ver que es como un peluche) es sin lugar a dudas, la mejor mascota (no mascota de Bound) de la historia del anime (superando a Kon, Gema, Enn-chan, Pen-Pen entre otros). Para justificar un poco la serie, Sakura acepta la misión que le confiere Kero: buscar las cartas dispersas por el mundo (bah, por Japón en realidad) y evitar que hagan quilombo al mejor estilo Clamp ^_-. La historia se centra, al comienzo, de manera muy prolija en la recolección de las cartas. Todos episodios auto conclusivos que no necesitan tremendas guías (al mejor estilo Evangelion) para ser comprendidos. Claro, la protagonista nunca está sola: además del guardián en forma de peluche, está Tomoyo. Mientras Sakura se dedica a sellar las cartas, su más que cariñosa amiga (el mejor personaje de la serie según mi arrogante opinión) la viste y la filma casi sin excepción. Sin embargo, carece de poderes mágicos, siendo útil solo para capturar un par de cartas. No es monopolio de Clamp, pero recién después de Sakura, se empezaron a ver series con este tipo de relaciones tan particulares (no por eso, negativas), por lo menos, por estos lados. La protagonista vive con su papá y su hermano mayor. Touya onii-chan es bien puto, ya se los digo. No es un personaje odiable, pero tiene un trato especial con su (también) mejor amigo, Yukito. Las amantes del yaoi (el implícito claro) de parabienes. A su vez, Yuki es el enamorado de Sakura, a pesar de la “pequeña” diferencia de edad (16 a 10). Pero esto no parece ser un obstáculo concreto. Tras algunos episodios, aparece un rival para Sakura, en la recolección de basura, digo de cartas, y a nivel amoroso también. Estoy hablando de Li Shaoran, un chinito que viene de China (claro), familiar muy lejano de Clow Reed (olvidé decir que el mago éste era el creador y antiguo dueño de las cartas homónimas). En seguida, Shaoran se ve atraído por el joven Yukito, llenando el cartón (BINGOOO). Claro, que en el anime todo está bastante sazonado, y salvo la el triángulo amoroso Sakura-Li-Yuki, el resto no está muy claro. Es una pequeña gran diferencia con el manga, que es mucho más explícito. Como relleno para la serie de TV, más tarde hace su aparición Li Meiling, “prima” incestuosa de Shaoran. La chinita pronto pone los ojos en Sakura, en este caso, no al nivel de Tomoyo. Simplemente la ve como rival de su primo y quiere que se muera...
Tras capturar todas las cartas, Sakura obtiene nuevos poderes, Kero recupera su forma original (una especie de león con alas, bastante contrastante con el peluchín), y aparece un segundo guardián para la protagonista: Yue, que resulta ser Yukito, pero con un aspecto más mágico (ojo, no por eso, menos afeminado). La jovencita debe transformar las cartas Clow en cartas Sakura, para poder controlar definitivamente su poder. La serie va llegando a su arco argumental final, con el arribo de otro equipo, cuyas intenciones parecen desconocida. Son Eriol (lider) y sus dos guardianes Nakuru (cuya forma original es Ruby Moon) y Spinel (Spinel Sun). El chico llegado de Inglaterra, también posee poderes, pero a estas alturas, ni yo me acuerdo cual era su verdadero papel en la serie.
Por razones de emisión, a partir de la llegada de todos estos personajes nuevos no entendí mucho. Si recuerdo el cambio en los sentimientos de Sakura para con Shaoran (y viceversa) y el insólito final, pero no mucho más. Hablando del diseño de los personajes para la TV, debo decir, que es bastante limpio y agradable, con un punto altísimo en los enfrentamientos de la protagonista con las cartas y en los trajes que ésta utiliza a lo largo de la serie. El abuso de SD hace la serie aún más divertida. La emisión en la región fue muy leal. El doblaje no alcanzó el nivel de BT’X, Zenki (dios)o Virtua Fighter pero es bueno (nótese el profundo sarcasmo en mis palabras). A cargo de la voz de Sakura, esta la reconocida Cristina Hernández, que interpreta a todo personaje protagónico femenino lindo, en serie, telenovela o anime, que el tiempo le permite doblar. Digo reconocida, porque tuvo el coraje de asistir al evento animero más horroroso de la historia: Release! Clamp’s World que se hizo en junio del 2008 (FanCon háganse responsables de ese fiasco)
Para dar un final más elegante, pero no por eso más claro, se estrenó en Julio del 2000 en los cines japoneses, CCS – Fuuinsareta Card, la segunda película de la serie (de la primera no hablo porque no la vi ni me interesa verla). Con una animación que bichifica, da un aparente cierre a la relación Sakura-Shaoran...
A estas alturas, se habrán cansado de leer algo que ya deben saber de memoria, pero era mi deber, hacer un resumen de este clásico de clásicos del anime en Argentina. Acá la serie pegó mucho, viéndose esto reflejado, como decía al comienzo del artículo, en los cosplays de los eventos y también en el merchandising que se puede espiar en los que asisten a estas convenciones. Card Captor Sakura tiene personajes que se han hecho realmente populares, pero cada uno por diferentes razones: Sakura y Shaoran por su claro protagonismo y por la parejita que arman (repitiéndose de alguna forma en Tsubasa Reservoid Chronicles); Kero por la ternura de su apariencia, absolutamente entrañable; Tomoyo por la perversión hacia su mejor amiga, muchas veces imitada; y finalmente Yuki y Touya por ser embajadores del yaoi en el mundo.
Espero no haya objeciones cuando digo que CCS debe ser una de las cinco mejores series de todos los tiempos (después de Full Metal Alchemist y algunas más). Por qué? No es fácil explicarlo. Será por la mezcla perfecta que hay entre dulzura y locura, entre acción y comedia, entre inocencia y perversión. Pero pregúntenselo sino a los miles y miles de fanáticos, que alguna vez, se dignaron a ver el Cartoon o Boomerang, aún con ventipico de años, solo por las aventuras de Sakura Kinomoto y compañía...
Written by Cesar de la Luz / Posted by Carlos Guzmán
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