jueves, 15 de noviembre de 2012

El ciego que no quiere oír (pero no quiere dejar de hablar)

Pude comprobar que Haller era un genio del sufrimiento, que él, en el sentido de 
muchos aforismos de Nietzsche, se había forjado dentro de sí una capacidad de sufrimiento
 ilimitada, genial, terrible. Al mismo tiempo comprendí que la base de su pesimismo no era desprecio del mundo, 
sino desprecio de sí mismo, pues si bien hablaba de instituciones y personas sin miramientos 
y con un sentido demoledor, nunca se excluía a sí, siempre era el primero contra quien dirigía 
sus flechas, él mismo el primero a quien odiaba y negaba [...] Por lo que se refería a los demás, 
a cuantos lo rodeaban, no dejaba de hacer constantemente los intentos más heroicos 
y serios para quererlos, para hacerles justicia, para no causarles daño,  pues el 'ama a tu prójimo' 
lo tenía tan hondamente inculcado como el odio a sí mismo.
Hermann Hesse [Der Steppenwolf]

8N - Offtopic

Huelga decirlo, querido lector; los días de paz y armonía en este fulgurante imperio de ilusiones apunto estuvieron de llegar a su siniestro final. Puedo, mientras se apagan las últimas llamas destituyentes que amenazaban el mundo, comprender el dolor experimentado por las inocentes víctimas de la burda beligerancia del pasado, y compartir la pena de las madres de pañuelos blancos. La trágica noche del 8 de noviembre, simiescos personajes - librados a sus más fieros instintos consumistas, ávidos de una libertad pútrida y sin sentido - comenzaron a golpetear los barrotes de sus jaulas con los cucharones del sistema capital. Estimulados por el infame síndrome de los clarines, abandonaron sus prisiones de opulencia, apuntando las manos peludas y su odio perpetuo hacia la ilustre y hermosa emperatriz que ha brindado cuerpo y alma por su resplandeciente feudo. Sin una razón de sustancia, los primates derribaron los inmensos portones de los cuarteles, en busca del néctar de la especulación: las bananas verdes. La innegable prosperidad y felicidad del pueblo corría peligro, instalado el miedo por parte de los medios. Y era aquella violenta horda de gorilas bien vestidos (pero muy peludos) el instrumento de esos medios. Gracias a Él, aparecieron ellos: los fieles soldados de la esperanza y la reconciliación nacional, los abanderados de los humildes. Apareció la maravillosa juventud -  defensora de los buenos valores de la familia moderna, unida y organizada en torno al recuerdo del hombre más insoportablemente vivo que emocionó como nadie a las masas -; una juventud presta a recitar el mantra del amor que la bondadosa emperatriz enseñó con su habitual dulzura: "NÉSTOR".

La caricaturesca imagen del párrafo anterior - algo así como una versión ligeramente bastarda del 'Planeta de los Simios' - ha sido, a grandes rasgos, la interpretación que desde los estratos más altos del poder político se le ha dado a los acontecimientos del jueves anterior; clara muestra de su falta de respeto por la opinión contraria, sobre todo cuando esa disidencia proviene de la otrora bendita clase media. [NÉSTOR]. Apelando a su habitual lingüística confrontativa y omnisciente, soberbia y vulgar por demás, cada día más cínica, pretendieron minimizar la voluminosa y contundente marcha del 8N; cómo si ningunearla pudiese hacerla desaparecer, como si negarla pudiese convertir la ominosa realidad en una versión ciertamente pelotuda de la novela distópica de Pierre Boulle. No sorprende. Ni un poco.

Es obvio; para los cristinistas más retrógrados se trato de una marcha muy parecida a la de mi introducción. Una marcha de odio cuya magnitud parecía no importar (pero se tomaron el trabajo de difundir una cifra absurda: 70.000 personas en el Obelisco, según la Policía Federal Argentina). Una marcha donde se bramaba únicamente por el cepo al dólar, por la vuelta de los seniles dictadores, por la supresión de todo impuesto, por una drástica reducción del gasto público, y por el ingreso al ALCA. Donde reinaban el individualismo, la violencia, el antisemitismo y la misoginia. Donde cada protestante había adaptado su discurso al discurso de una malvada corporación mediática tan poderosa como para lavarles el cerebro. Donde se pedía la cabeza de nuestra soberana. Dichas concepciones, que discurren por el camino de la imbecilidad total, lejos están de ser viles mentiras de este piquetero de la abundancia: pues salieron de la boca de funcionarios top del gobierno, de los pendeviejos de una trémula organización cuasi-setentista y revanchista (La Cámpora), y del puño de pseudo-periodistas y (anti)intelectuales afines. Delicia pornográfica en medios gráficos, radiales y televisivos. De lo 'nacional y popular' al ridículo, sin escalas. [NÉSTOR]. Semejante vituperio es un crimen contra-natura a la razón de una porción de la sociedad que no se devora las mentiras del relato.

Al final de cuentas, la realidad no es la que el oficialismo desea con fervor menemista. Poco más de un millar de ciudadanos dieron rienda suelta a su descontento por las políticas de la emperatriz CFK (y por las paupérrimas respuestas de los partidos de oposición a esos desvaríos), sin ánimo destituyente, ni resabios de odio e intolerancia (como intentó reflejar el prostibulario aparato periodístico K). [NÉSTOR]. Los centros geográficos de las principales ciudades del país se tiñeron de un ensordecedor celeste y blanco, en una verdadera fiesta de la democracia, mucho más racional y menos emocional que la manifestación del 13S, tan comentada por propios y extraños. La relativa espontaneidad (criticada) de aquella (convocada por redes sociales, mayormente) fue remplazada por una ambiciosa planificación (también criticada), terriblemente amplificada por los medios que no comulgan ni se arrodillan ante el gobierno. Había consignas suficientemente claras como 'basta de mentiras', 'basta de corrupción'; estaban también los desesperados pedidos para que se controlen la inflación y la inseguridad, desbocadas por la impericia y la malicia oficialista. [NÉSTOR]. Más complejo pero igualmente válido, el manifiesto sobre la libertad de expresión, las presiones al Poder Judicial, y el respeto a la Constitución Nacional (negativa a la 're-re' incluida). Y no faltaron, por supuesto, cartelitos acerca de temas un tanto delicados, como el 82% móvil para los jubilados y el totémico cepo al dólar. [NÉSTOR]. Cada uno podrá evaluar cuáles reclamos son genuinamente del pueblo (que abarcan incluso a los que no fueron ni están de acuerdo con la manifestación) y cuáles tienen un componente más individual. Como fuere, lo que resulta aberrante e insultante para el funcionamiento correcto de una república, es que se les pida a los protestantes la solución a ese petitorio. Sería como exigirle a un paciente la cura para su enfermedad. Obviando la irresponsable falta de diagnóstico de los políticos 'de turno', es desde la ciudadanía que parten las demandas, y la respuesta debe llegar indefectiblemente de las autoridades. Si la gente dice 'dejen de chorear', qué tipo de propuesta se puede hacer? 'Dejá de chorear, Amado querido, te lo pedimos por favor'? ‘Córtenle las manos a ese hijo de puta de Boudou’? NO! Boludeces no, muchachos. Allí, donde la construcción cívica y política generarían un colapso de estupidez, solo hay espacio para destruir: nada de críticas constructivas. Por desgracia, pecan de inocentes los caceroleros/botelleros: el gobierno no se cansa de alardear sobre su fabulosa habilidad; que consiste en no ver lo que existe e inferir lo que no saben. Por caso: en su discurso del 9N, Kristina tuvo la delicadeza de forrear a los indignados, resaltando (con perversa ironía) la importancia del XVIII Congreso del Partido Comunista chino, desconociendo la marcha y alabando a un país no demasiado democrático, pionero en 'lavado de cerebro' como diría Edward Hunter. Ciega, sorda y algo estúpida (sin ofender). [NÉSTOR]

Claro, sería injusto de mi parte detenerme en el dislate discursivo, en las insólitas chicanas de la 'maestra ciruela' Cynthia García (panelista habitual del bufonesco programa ‘678’), y en la fálica interpretación política y antropológica que los sabiondos del kirchnerismo promulgan. Desde este humilde blog podemos hacerles el juego (nos encanta hacerlo) pero un ratito nomás. No puede el leitmotiv de la protesta estar en segundo plano. Aunque heterogénea minoría todavía, buena parte de los argentinos renunció al apático letargo post-electoral ('voto y me chupa un huevo lo que pasa estos cuatro años') y le pidió al gobierno dialogar con los circenses bloques de la oposición para convenir políticas públicas que eviten la implosión del modelo, sobre todo el económico, que bailotea al borde del abismo. [NÉSTOR]. Hasta ahora, el oficialismo ha 'escuchado' (es el argumento), pero solo a quienes están de su lado (o sea, quienes se callan la boca con tal de tener una porción de la torta): empresarios afines, intendentes lame-culos, CGT Y CTA oficialista, etc. [NÉSTOR]. Justamente (y acá viene la parte aburrida) quiero hacer mención a la cuestión económica. Lejos está la Argentina del caos de 2001 y la cuasi economía de guerra posterior. Pero resulta inverosímil comparar una y otra vez todos los escenarios con aquel desbarajuste histórico. Los índices (bastante desinflados) de pobreza y desocupación han caído, pero la calidad del empleo no parece haberse movido, mientras que los pobres que quedan (que son muchísimos, sobre todo en el interior de las provincias) son cada día más pobres y están excluidos del mapa político: no son importantes (sonrisas). A pesar de un discurso superador sobre la movilidad social, ésta no existe. [NÉSTOR]. Mucho menos la tan mentada distribución de la riqueza. [NÉSTOR]. Los ricos [NÉSTOR] siguen llenándose los bolsillos: no gracias al establishment de antaño, sino gracias a un gobierno al que le gusta hablar mucho pero no hacer un carajo. Sin eufemismos, ‘roban a cuatro manos’... Tal vez sean las anteriores, cuestiones subjetivas. Muy bien, vamos a los hechos. Al día de hoy, con un evidente estancamiento (no se crece a 'tasas chinas'), con un endeudamiento disparatado, y una inflación descontrolada, los que ‘pagan el pato’ son los que menos tienen. El sinceramiento no se está llevando a cabo, manteniendo subsidios innecesarios (por ejemplo, la energía de tipos que viven en Palermo, Recoleta, que bien podrían pagar más por esos servicios), haciendo acopio de dólares (los que no se fugan por canales paralelos, claro está) para pagar intereses de deuda, sin financiamiento externo por el irresponsable manejo del gobierno en la materia, y con una presión y un control excesivos sobre los movimientos de los ciudadanos por parte de los perros de la AFIP (de ahí el cepo al billete verdolaga). Las industrias apenas pueden subsistir sin tomar crédito, disminuyendo su actividad (el bloqueo de importaciones de bienes de capital embarra la cancha). [NÉSTOR]. Los esbirros soja-dependientes (tan estigmatizada en 2008) hacen cadena de oración para que el clima sea benigno, y los precios internacionales de las commodities se mantengan altos. La industrialización es una falacia, por más que algún ministro de papel quiera hacer alarde de lo contrario. [NÉSTOR]. Se despilfarran los recursos del ANSES y se asaltan las reservas del Banco Central para financiar gestas inútiles - como el 'Fútbol/Automovilismo/Bochas para Todos' y la estatización de Aeroniñas Argentinas e YPF, manejadas por pendeviejos que no saben ni sumar ni restar -, dejando en situación de desamparo a los jubilados que cobran miseria, y a los laburantes a quienes el fisco (y la gordura de nene Máximo) les roba hasta las ganas de vivir (más sonrisas). Y así puedo seguir, mas no es el fundamento de esta reseña. Aquella conceptualización tan aburrida, si bien muy dispersa y general, contribuye a derribar una parte importante del relato, que va de anuncio en anuncio, de mentira en mentira. [NÉSTOR]. Queda, entonces, una pregunta: sabiendo que la pervertida mano invisible del mercado soluciona todos los males del mundo, con qué objeto se mete el Estado constantemente en las políticas económicas? El amateurismo de estos verduleros es alarmante, aunque su viveza sea prodigiosa (interviniendo se afanan todo a costa nuestra, cagándose de risa ante la vista gorda de la Justicia). Aquí el dialogo de nada puede servir. Del otro lado hay una banda de delincuentes. Así que habrá que destruir lo que se pueda, desde donde se pueda; cosa que no implica derrocar al gobierno constitucional, elegido el año pasado, sino limitarlo a la mínima expresión en las Legislativas del próximo año. Habrá que evitar que logren los dos tercios necesarios en ambas cámaras del Congreso para una posible reforma de la CN, dilapidando por completo el sueño de 'Kristina eterna', obligándola a gobernar para todos y todas. [NÉSTOR]. Así, no solo los manifestantes de la marcha de la semana pasada quedarán huérfanos de representación (con una oposición patética), sino también quedará acéfala la facción que se ufana hasta la pelotudez 'si mañana fuesen las elecciones, Kristina arrasa', sin que les entre en su pequeña cabecita de colegiala enamorada, que CFK no se puede presentar!! En la constante búsqueda de poder, anteponiendo sus intereses a los del (verdadero) pueblo, cualquiera puede darse cuenta que este gobierno, de 'nacional y popular' no tiene un 'cazzo'.

El 8N podría haberse evitado. No, "cediendo el gobierno a las presiones de la derecha procesista ultra-conservadora" (como diría un intento de periodista y proyecto de persona en el panfletario Tiempo Argentino), sino usando la cabeza. Y la clase media no la uso cuando votó en 2011; ya lo he dicho en su momento. Se permitió compadecerse de una mujer que no hizo lo mismo con las 51 familias que perdieron a sus seres queridos en la tragedia de Once, víctimas indelebles de la demencial corrupción que empapa a Jaime, De Vido, los hermanos Cirigliano y Schiavi, entre otros. Se compadeció de una mujer que se burla de los que padecen hechos de inseguridad cuando habla de 'sensación'. La clase media se compadeció de una mujer a la que no le importa que gasten una fortuna en el supermercado pues interpreta como 'inflación' al escandaloso crecimiento patrimonial de la panza de su hijo Máximo. Correspondía limitar el poder para un posible segundo mandato. [NÉSTOR]. Mas la falta de alternativas en la oposición acabó estupidizando (hace un año) a quienes marcharon (hace una semana) por 'más y mejor democracia', gratuitamente agredidos por funcionarios prejuiciosos que ven en el disenso y en el libre albedrío, un golpe de estado permanente. No pueden ellos, desde el hemisferio gubernamental, entender todavía el porqué de la victoria de Kristina en las últimas elecciones; sería infantil pedirles que comprendan los reclamos (sensatos) de un cacerolazo tan masivo. Sin embargo, no fue la clase media la única que no uso la cabeza: el gobierno tampoco lo hizo. Con un importante colchón crediticio, no se dignó a modificar lo que (sabía) no estaba bien para potenciar los aspectos positivos, y se dedicó a cometer un error tras otro, en pos de profundizar la mentira y la división de los argentinos, en pos de hacer más y más grande la fábula del 'gobierno más importante de la historia del país', enfrascado en una feroz batalla contra los agentes del caos: el Grupo Clarín, la Sociedad Rural, y un largo etcétera que me tiene totalmente sin cuidado. "La mentira no tiene patas".

Congregados en torno al monumento emblema de la sociedad de los simios (un ciclópeo falo de color blanco), gorilas, orangutanes y chimpancés vociferaban por sus bananas verdes, ambrosía de opulencia y miseria del pueblo inocente. A su paso, una estela de pelos quedaba, mientras el fuego de la avaricia consumía las obras que Él había erigido; obras del Santo más amado por los pobres. Recuerdo con emoción el peregrinaje y las lágrimas de los descamisados, tras el paso a la inmortalidad de su héroe. Pero el amor siempre vence al odio, y fue la juventud maravillosa la que protegió - en el nombre del Santo - a la brillante emperatriz y derrocó a los que oprimían a las masas desde las sombras de lo ominoso. Vacuos serían los esfuerzos del abominable líder de los primates: el célebre Doctor Magnetto, miembro de una corrosiva aristocracia militar. Es así que el hermoso sueño de Él continúa traqueteando con firmeza, mientras las entelequias simiescas ven como sus privilegios se descuajan al calor del generoso corazón del ídolo que tanto extrañan los que menos tienen. Ya no podrán vestir esos libidinosos harapos, ni tomar el te de las cinco en jaulas de oro. Porque los pobres también tienen derechos, los que aquel profeta que vino del sur defendió hasta su último día. Es tan difícil de tolerar que los de abajo suban para esos repugnantes monos... Quieren todas las bananas para ellos. Pero ni siquiera la violencia les permitirá adueñarse de la verdad.

De nada servirá que la presidente de los cuarenta millones de argentinos (o del 54% de ellos), soberana de este imperio de ilusiones - enceguecida por un poder que no podrá ostentar por siempre - recite hasta la locura el mantra del amor, legado del 'hombre que cambió la forma de hacer política'. El superfluo relato cristinista no tendrá jamás ninguna relación con la extravagante versión de 'La planète des singes' del párrafo anterior. Sin embargo, para fortuna de Kristina y de su corte de obscenos obsecuentes (y para desgracia de quienes vemos el espíritu autodestructivo de la gestión), gruesa parte de la sociedad dejó caer la venda de sus ojos demasiado tarde, tras otorgarle una masa inhóspita de votos, un cheque en blanco imposible de no cobrar. Sus alaridos pueden resultar fútiles para un gobierno que no tuvo, ni tiene, ni tendrá nunca intención de oír reclamos, hasta tanto esos pedidos se ajusten a su enfermiza idea: la de un país donde hay un ellos y un nosotros; donde supuestamente ellos representan la bondad, la justicia, la equidad, el amor; y nosotros representamos el egoísmo, el libertinaje, la envidia, el odio, y es Clarín quien nos representa en primera y en última instancia. Si la medicina política no halla una cura para la ceguera y la sordera, nuestra ilustre y hermosa emperatriz no tendrá más alternativa que dejar de hablar.

NOEELIA NOEELIA NOEELIA NOEEELIA NOEEEEEEEEEELIAAAAA! (8)

Written and Posted by Cesar de la Luz
Dedicated to Noelia Marchesi