martes, 12 de mayo de 2009

17 Again o qué hacer cuando no hay entradas para ver otra cosa...

Todo lo grande está en medio de la tempestad.
[Martín Heidegger]

«Baja el cráter de Yoculo del Sneffels por donde la sombra
del Scartaris llega a acariciar antes de las calendas de
julio, audaz viajero, y llegarás al centro de la tierra,
como he llegado yo. Arne Saknussemm.»
Jules Verne [Viaje al centro de la Tierra]

Me da un poco de lástima comenzar la sección “Review – Muvis” con este intento de comedia aleccionadora, pero prometí que lo iba a hacer y debo cumplir. En otro intento por alejarse de los papeles infanto-juveniles, Zac Efron demuestra de qué está hecho: justamente de eso de lo cual no puede despegarse, de pura pinta y de mucha habilidad para bailar y jugar al básquet.

Recién comenzada la película, parece ser una continuación de High School Musical, salvo por el detalle del uniforme y porque aclara que “estamos” en 1989 (el año de Alfonsín y de la Unión Soviética). Pero eso no es importante ahora. La historia propiamente dicha, nos presenta a Mike O’Donnell, un gordo nabo, cuasi separado y con menos influencia en los hijos que un documental de National Geographic en mí. Además de ser un pobre diablo familiarmente hablando, también lo es laboralmente (ojo, discrepo absolutamente con los dos términos, pero quedaban bien en la review). Claro, todo tiene una raíz: a sus 17 estaba llamado a ser el Larry Bird de los ’90, pero el muy pillín embarazó a su novia (punto para mí por la predicción) y tuvo que conformarse con ser un vendedor de merca (medicamentos full of efedrina para Maradona). Este nabo está interpretado por el gordo Matthew Perry, ex-figura de Friends.

Su única compañía es un cuarentón millonario y fanático de los comics y esas boludeces americanas (aunque también del Señor de los Anillos, desconocido totalmente por mí), a quién Michael protegió durante su adolescencia y ahora lo aprovecha para vivir mientras se separa de su esposa (luego tocamos el temita). Estoy hablando de Ned Gold, casi redundantemente la estrella de la película. Sin embargo, estos personajes sobran en el cine gringo basados en este modelo infalible: “clásico tonto que hace boludeces cada vez que aparece en pantalla, que por supuesto no es protagonista, pero tampoco un relleno; por lo general suele ser un morenito, un no-americano o Jackie-chan; por supuesto, con una cara de pelotudo que ya da risa aunque el tipo no abra la boca”. Es interpretado por el casi desconocido Thomas Lennon.

Claro, al pobre señor O’Donnell, no le dan el ascenso esperado y decide renunciar. Su matrimonio con Scar, de graciosa voz, se viene abajo por su constante “qué hubiese pasado si...”. Sus dos hijos, Maggie y Alex no le dan pelota. La jovencita es muy inteligente pero lleva adelante una relación con el típico chico malo de las secundarias gringas (no me acuerdo el nombre). Este rubiecito de peinado animero tiene para la chacota al otro hijo de Michael, Alex, que no es mas que alguien cuyo padre “vive a través de él” (mis excesivas comillas demuestra mi inexperiencia para explicar algunas cosas -.-).

Presionado porque todo le sale como a mí (o un poco mejor), busca el lugar donde su camino se torció: la secundaria. Conoce a un “conserje mágico” (que nos recuerda al viejito dueño del cine en “el último héroe de acción”, protagonizada por Arnold Fachonegger), a quién intenta salvar del suicidio en el medio de un puente, bajo una torrencial lluvia. Se sumerge, entonces, en un remolino que lo escupe convertido en el Mike de 17 años (de ahí el tan elaborado nombre de la película). Tal y como lo describe el freak de Ned, es una historia más de transformación en la historia de las historias históricas americanas (wtf!)

Ahora, con su nueva figura, intentará llevar a sus hijos por el camino correcto, tratando de evitar que se vayan al joraca como él, y por supuesto, que su mujer reconsidere el asunto del divorcio. Para esta titánica tarea decide hacerse pasar por Mark, hijo (bastardo @_@) de Ned, para así ingresar a la escuela donde dos décadas atrás asistía. De allí en más, se suceden cosas que cualquiera podría predecir puesto que es, después de todo, una producción norteamericana, que no ofrece más que algunos buenos chistes y situaciones bastante disparatadas y absurdas por cierto (véase escena de Maggie flirteando con su padre en versión Efron). Algunos toques románticos / novelescos ineludibles, logran el efecto deseado: conmover a las chicas (casi al extremo de las lágrimas – no doy ejemplos porque es obvio quién fue) y dar ideas a los chicos de cómo ser verdadera y desinteresadamente tiernos (es decir, nada sexual, distinto a otras películas, con una idea más vaga de lo que es una relación entre hombres y mujeres – opinión contraria se admite claro).

Por supuesto que el gancho de la película, por lo menos para el público femenino (desde un punto de vista más físico) y parte del masculino (para copiar su estilo conquistador) es el mozalbete actor Zach Efron. Es obligatorio hacer mención a su habilidad para ‘’enamorar’’ a las chicas con sus movimientos y su encanto netamente juvenil. Por cierto, enorme porcentaje del público termina siendo integrado, por esta razón, por jovencitas de entre 10 y 20 años. Bromas al margen, hay que aceptar que el pibe la tiene muy clara y nos deja como unos pescados al resto... Sin embargo, también es evidente que no podrá hacer estos papeles muchos años más, porque el ambiente Jolivudense se lo va a “comer con fritas”. Muy parecido al caso de Fernando Dente, finalista del HSM: La Selección, que se vió por estos pagos (a quien no le gusta sacarse fotos con gente insignificante T_T)

Otra de las atracciones del film, son las múltiples menciones a sagas ultra-conocidas como Star Wars o Lord Of The Rings, claro, casi todas a cargo del tío Ned.

Volviendo a la peli, es muy positivo el hecho de que logre sacarte muchas pero muchas risas, aunque desafortunadamente son producto del contagio del resto del público: es seguro que la próxima vez que la veas, no te cause la menor gracia.

Anécdotas sobre la proyección hay muchas, pero eso quedará para otra vida... cada uno que se haga cargo de lo que le toca... Finalmente, aclaro que este tipo de películas no son mis favoritas, motivo por el cual soy más bien crítico. Me gustan más las de acción pura, tipo ‘Duro de Matar’ o ‘Comando’; los eternos dramas épicos de hace 50 años como ‘Rey de Reyes’ o ‘Ben-Hur’; y claro, algunos policiales de Chuck Norris o Seagal. Claro, tienen otro tipo de objeciones por parte de los amantes de las comedias románticas (como la imposibilidad del 99% de las situaciones) pero eso es tema de otra vida también...

Ahora, antes de las puteadas, recurriendo a los trucos de la críticas del resto de los medios, vamos a lo mejor, lo peor y lo curioso de la peli.
Lo mejor: la duración. Al no ser demasiado extensa, permite seguir disfrutando de la vida fuera del cine.
Lo peor: el final. Demasiado previsible y trillado, como todas las producciones de Gringolandia. Claramente, como lo repetí hasta el cansancio, a la película le sobró media hora.
Lo curioso: ser freak y millonario es posible. El personaje del ‘tío Ned’ nos da cierta esperanza de poder ganar dinero explotando al máximo un estilo de vida desvarietado como es el de un friki hdp. Tampoco deja de asombrar el hecho de que nadie se de cuenta de que Mark y Mike son la misma persona pues. Algo que demuestra que no sólo en el caso de Superman o Sailor Moon, los que rodean a los protagonistas son unos tremendos pelotudos al cuadrado.
El puntaje final pues: 1 zenko (haciendo la equivalencia de intercambio, serían 3 Clarines o 3 estrellas para La Nación), o sea, que es bastante buena...

AH, TOKASHIKI TIENE 8 O 9... MÁS NO!!! POR DIOS!!!!

Written and Posted by Cesar de la Luz