Animeku 2009: Seguro en el Teatro Colón. Parte 1: sensaciones encontradas y un lugar soberanamente feo.

'La vida solo se comprende mirando hacia atrás,
pero se debe vivir hacia adelante'
Observación de Kierkegaard


'Si varias cosas que podían haber salido mal no han salido mal,
habría sido finalmente beneficioso para ellas haber salido mal'
La última ley

Al enterarme que el Animeku Festival 2008 iba a ser en la Ciudad Cultural Konex me invadió la gran duda: era o no el lugar adecuado para el “evento del año”? No tenía ni idea cómo era. Imaginé un lugar muy parecido al Centro Cultural Buenayre, donde se había realizado la Tokyo Weekend, el verdadero ‘evento del año’. La realidad fue una patada en las bolas...

Entramos con Carlos tipo una de la tarde, justo en el momento que caían las primeras gotas. Ah, claro. Olvidé decir, que a diferencia del sábado (día hermoso; caluroso pero hermoso), el día tres era horrible... Nublado a más no poder. Imaginamos que el escenario principal NO era el que veía a nuestra derecha: al aire libre, sin protección de ningún tipo para el público en caso de aguacero. La lluvia entonces, no parecía ser un obstáculo para los shows principales: recital de Ricardo Cruz + Kouji Wada, y el recital de Monoral.

El escenario a nuestra derecha ERA el principal. La otra opción era un prehistórico auditorio, que no estaba acondicionado como para recibir al Jardinero y a Kouji (o Koji). Digo prehistórico, porque es un poco viejito y además está retocado como para dar la sensación de antigüedad. Con la tremenda lluvia, lo primero que se me vino a la cabeza fue: ‘que me devuelvan la plata de la entrada loco’. Ah, con respecto a la entrada, con la crueldad que caracteriza a los que te piden el ticket, le pegaron un horrible corte en una de las esquinas, arruinando el souvenir. Lo primero que hicimos fue recorrer el lugar, como para terminar de espantarnos. El lugar para comer no estaba tan mal. Había espacio como para recorrer los stands, que estaban lo suficientemente lejos del escenario, como para no estorbar y como para no ser estorbados. Luego de subir unas destartaladas escaleras estaba el primer piso (segundo en realidad). Unas pequeñas escalinatas y se accedía al auditorio ‘cerrado’. Ahí había butacas, inútiles para este tipo de eventos donde estamos bastante acostumbrados a sentarnos en el piso para que mucha más gente esté mucho más cerca del escenario. Quedaba claro que era un recinto para el quiz o para alguna actividad menor. En todo caso, sería apetecible el cosplay solo para los de las primeras 5 filas... para el resto no.

Ya era seguro que los shows principales iban a llevarse a cabo ‘a cielo abierto’ (Amadeus Dixit). Carlitos, mi compañero (también conocido a partir de ese fin de semana como el ‘profeta’) entró con la firme intención de hacerse de un morral. Un morral que nunca se compró. Quien escribe recorría todo con la esperanza de conseguir algo de Bleach. Hace poco que empezó mi fanatismo por esta serie, que antes despreciaba (por desconocimiento). Finalmente solo pude comprar un par de pines de ésta, porque los llaveros eran chicos y poco variados (parece que lo único que tiene variedad es Naruto) y las figuras eran caras y no muy lindas. Me hice con un pin de Ishida y otro de Orihime.

Mientras la lluvia mermaba, solo un poquito, se presentaba otra bandita. No me acuerdo el nombre, pero si de los integrantes. El guitarrista era un morochito de pelo largo que tenía todo el aguante. Bueno, y eso es todo lo que me acuerdo... Ah no, a cargo de las voces estaban un flaco bastante pulenta y una jovencita, la cual vestía unas mallas ochenteras (se quedó en el tiempo che). De repente, lo que estaban tocando me resultó sumamente conocido. Era ‘The Evil That Men Do’ de Iron Maiden. Fue un minuto y medio nomás, pero valió la pena pues. Lo que siguió ya no pareció importante.

Volvió a diluviar. Carlos pensó enseguida en la Ley de Equivalencia de Intercambio ^_^: “llueve y se suspende todo, pero mañana me salvo”. Ah no, eso creo lo pensé yo... (él sabe perfectamente de lo que estoy hablando). En el auditorio estaba el animador / remero de siempre (Hiro creo que se llama). Después de parlotear un poco, incitando a la violencia (entre comillas), se llevó a cabo el Animeke (según me apuntó mi compañero, sería un híbrido de Anime y Karaoke).

Las primeras participantes de la Animeke fueron tres jovencitas vestidas de blanco que interpretaron ‘Blablablabla’ (con esto quiero decir que no se qué mierda cantaron). Estuvo impecable. Cantaron bastante bien, con toda la suavidad que el tema requería. A continuación vino una Sakura que interpretó ‘Catch You Catch Me’. Zafó, aunque no le di pelota. Para terminar, un pibe cantando ‘Rewrite’, último opening de Full Metal Alchemist. Le puso toda la onda, y fue el ganador del público (por lo menos fue la sensación que a mí me dio).

Mientras tanto, Carlos intentaba hacer funcionar su cámara, con su modo ‘fiesta’. Deliberación del jurado y opinión de la gente mediante, se decidió al ganador. Mejor dicho, ganadores. Mejor dicho, ganadoras. Ganaron las chicas de blanco!!! Felicitación para ellas y el premio... el premio... bueno, el remero dio a entender, muy por lo bajo, como si fuese una jodita, que era una cena con Koji y el Jardi (también conocido como Ladri). Una de las jovencitas festejó con un tremendo salto a la par de un ‘yes’, muy espontáneos. Realmente estaba feliz. Fue un momento para filmar, sino fuese porque la luz del lugar, sumado a la capacidad de mi cámara, no me lo permitió. Tampoco me imaginé tan tremenda celebración.

El tiempo estaba mejorando. La banda que ahora estaba en escena era muy rara. Un estilo tipo Phantasmagoria, pero hechos mierda. Tenemos la foto. Genial la voz del cantante cuando se dirigía al público. Cero ganas de vivir. Un groso. Faltaban el cosplay y el concierto principal, por lo tanto no había que dar por sentado, todavía, que los $40 de la entrada estaban desperdiciados.

Written by Cesar de la Luz / Posted by Carlos Guzmán