Todo empeora antes de empeorar mucho más… hasta que, en algún momento,
todo mejora… para empeorar nuevamente.
Famoso dicho zenkiano
El hombre que no teme a las verdades, nada debe temer a las mentiras.
Thomas Jefferson
todo mejora… para empeorar nuevamente.
Famoso dicho zenkiano
El hombre que no teme a las verdades, nada debe temer a las mentiras.
Thomas Jefferson
Anime Friends 2010 – Review Eventos
Quiero aclarar, antes de comenzar (a putear), que esta no será una crítica al evento en sí, sino a las circunstancias en las que se llevó a cabo. Tangencialmente tocará a las atracciones principales, que han sido ni más ni menos que los artistas internacionales varios que invadieron el prestigioso y derruido Instituto San Antonio durante el último fin de semana del infernal mes de Julio. Puntualizo esto, para que después no nos digan que criticamos a Yamato porque sí y bla bla bla, y para evitar que una sarta de tarados comenten nuestras reseñas con una total falta de coherencia. De hecho, nos interesa poco y nada lo que hagan (hablo en nombre de mi hermano zenkiano, también). Cada uno sacará sus propias conclusiones de Anime Friends 2009… eh, digo 2010.
Será misión de los fanáticos: evaluar el lugar del evento con su respectiva distribución de stands; la absolutamente esperada lluvia y las respuestas que los organizadores dieron a aquella tremenda mierda (no hacía falta tener visiones para saber que uno de los dos días, la inclemencia iba a hacerse presente); puntuar la calidad y desempeño de los artistas invitados; criticar o no el precio de las entradas; etcétera, etcétera.
A priori, su servidor no pensaba escribir ni una puta línea sobre AF2010. Mejor dicho, no pensaba ir siquiera, totalmente convencido de las implicancias de desafiar al Conde de la Mortanga y toda su tropa de aliens come-almas. Pero harto se sabe, que un hijo de Zenki toma el camino difícil cuando uno menos se lo espera, en pos de superar el proceso de bichificación total. Homero diría ‘voy a salir de este pueblo vivo aunque me muera’. Claro, fue la lluvia del día domingo, además de Impa, la que inclinó la balanza para que escribiese la presente reseña.
No voy a hacer hincapié en el hecho que se elijan lugares cerrados para eventos en verano (o en época de calor) y lugares abiertos para eventos invernales (o infernales, como usted prefiera). Pero es un dato a tener en cuanta, si queremos darle un manto de (poca) seriedad al asunto. El colegio era lo más parecido a Kosovo. Incluso más parecido que la misma Kosovo. Destrucción por doquier. No se entiende (entre muchas otras cosas sin respuesta en este mundo pedorro) cómo mierda alguien puede estudiar con semejantes bancos… pero bueh, la infraestructura edilicia no es algo en lo que el sistema educativo argentino se especialice. Y mejor no menciono el jardín de niños... Tal vez todo podría haber sido atenuado, si el sol se hubiese hecho presente… pero duró lo que duran los cacheos en la entrada de los eventos: prácticamente nada. Por lo menos era más fácil llegar, en comparación con otros innombrables lugares.
Durante la review seguiré con los comentarios sobre el Instituto (ahora voy a buscar un panqueque para comer). En cuanto a las actividades, zafaron. Aunque nadie vio algunas salas temáticas, escondidas en el laberíntico colegio ultra-católico-azulgrana (infinitas eran las imágenes de Don Bosco con la camiseta de San Lorenzo de Amargo). Como siempre, los de la ST de Harry Potter hicieron gala de su falta de ubicación, al ofrecer al público sus potas venenosas (ni hablar de los afiches que hacían honor, más que a HP, al Ragnarok Online). La ST de Para Dance era, sencillamente, una porquería, al igual que el Manga Café, que nunca nadie entiende para qué carajo está. En el escenario principal, se destacó la ‘espectacular exhibición de Aikido’ (Yamato dixit), que fue reprogramada unas cien veces, y terminó secando y limpiando el piso para los anime singers. Mención honorífica para Pino Solanas, que participó de la exhibición, cargándose a todo el puto colegio.
La comida? Bueno, imposible obtenerla era. Por suerte, esta vez podías ver un pedazo del escenario principal mientras hacías la interminable cola para recibir, desde una hamburguesa con ausencia de sabor hasta un poco de arroz pegado con plasticola (mal llamado onigiri), y desde agua de la canilla (o caño) hasta una refrescante gaseosa hirviente (sin gas, claro). Tanto salas temáticas y actividades, como comida y stands, se mantienen en el estándar de este tipo de eventos: impresentables.
Como dije antes, todo podía llevarse más o menos bien, de no mediar inclemencias climáticas en el clima, cosa que sucedió el domingo. Ya en la entrada, los de seguridad demostraban lo cagones que son: abrigados hasta la nuca, usando frases como ‘te vas a morir de frío brr’ (solo porque alguien va casi en remera). Unos boludos. Adentro, el charco más pequeño era del tamaño de la base del Obelisco (me cago en el Obelisco y en todo lo que representa). Las carpas de expositores y pasillos, atestados de gente. El escenario principal, tapado por el agua y por los paraguas. Ah, por cierto, quien recuerde el épico trailer verde de Animeku 2008, debe haberse emocionado hasta las lágrimas en AF2010, al ver uno aún peor, a la izquierda del escenario. Una chotada. Obvio, no se puede hacer responsable a nadie por la lluvia, y mucho menos por el mal estado de un motorhome alquilado.
Pero lo más importante de todo, nuevamente, termina siendo la crítica a los artistas internacionales que se presentaron sobre (y bajo) el escenario principal del colegio balcánico. Nadie duda que Kouji Wada es lo peor que le pasó al mundo, después del mismo mundo. Imaginábamos que tras la nota realizada por LHDZ, no se dignaría a volver al país, por lo menos por un par de años (salvo muerte), sin embargo siempre sorprende. Innovador hasta las pelotas. Pero continuaré con los invitados de menor relieve antes de llegar al viejo gitano japonés.
La cosplayera Francesca Dani era una ‘atracción’ más que esperada por muchos (bueno, en realidad no estoy muy seguro de esto). La realidad es una sola, y es brutal: fue papelonesco. No hizo un carajo. UN CARAJO! “Un cosplay y me voy a mi casa” habrá pensado. Y así lo hizo la muy hija de puta. Lo peor, es que fue opacada asquerosamente, y ya sabemos por quién…
No tenía ni idea que sería así, pero Aural Vampire se presentó el sábado. Vi apenas diez minutos a la banda, y parecía interesante, pero debo de objetar a aquellos que dicen que, bajo la máscara de Raveman, hay un zombie… si hubiese un zombie, ya estaría prendido fuego por la gracia de cientos de garrafas, bidones y molos voladoras. La minita, de nombre Exo-Chika, mostró interesantes movimientos, pero algunos/as a mi lado exageraron en las alabanzas.
Todo tenía una clara convergencia hacia la máxima de las presentaciones: Super Friends Spirit, que no era más que la conjunción de todos los invitados en el mismo concierto interpretando las más ‘prestigiosas’ anime songs. El anuncio hablaba de casi TRES HORAS de show. Inocente palomita: no llegó ni a la hora y media. Cuando hablo de invitados, hablo de Kouji ‘Sandro Of Japan’ Wada, Chihiro Yonekura, Misato Aki (o Aki-chan) y la banda brasileña Wasabi como ‘sesionista’. La expectativa era suprema. Aproximadamente a las 18:30 (con la impuntualidad que caracteriza a los japoneses que vienen a Argentina), el grandioso líder de Parraleños (que hizo las veces de animador - a raíz de la muerte del rubio forro de siempre), presentó a todos, e incluyó, como si de una broma se tratase, a un tal Ricardo Cruz. Y si... El muy ladrón no podía perdérselo. La sorpresa fue más que mayúscula. El único comodín al que se puede recurrir, ‘The Ladri’, tenía que estar… para remontar lo irremontable. Abrió justamente Ricardo, con Soldier Dream, el concierto principal de Anime Friends. Después llegaron las desconocidísimas japonesitas, una vestida como un gato barato, y la otra… también. Muy buenas voces, pero carisma negativo. Tal vez alguna era Koiji con peluca… Después llegó la explosión del público: Sandro apareció, pidiendo aire (como si el pulmotor hubiese fallado antes de su entrada). La primera canción que hizo, prácticamente no se escuchó. Cantó como el orto. Estuvo vestido más decentemente que otras ocasiones (nada de camisas a lo Julio Iglesias). Abusó del ‘okee’, del ‘arigato’ y el ‘gracias’ como siempre, e interpretó las mismas canciones de siempre, pero por lo menos sus movimientos en escena mejoraron un poco.
Y otra vez el Jardi se cargó todo a cuestas, haciendo las mejores, más coreadas y repetidas canciones: Pegasus Fantasy, Cha-la Head Cha-la y Haruka Kanata. De haber existido el premio al ‘momento vergonzoso’ se lo hubiese ganado Chihi, quien cantó ‘Don’t Cry For Me Argentina’ en honor a Evita de quién ella es fanática (algunos, como yo, escucharon ‘Eivita’, y pensaron inmediatamente en el único y justiciero Violeta 01). Menos argentino, imposible. A todo esto, quienes impedían que todo fuera más que un mero karaoke, eran los de Wasabi. Gran banda para ser honesto, especialmente el guitarrista, un gordito que con una pachorra tremenda interpretó, de manera impecable, todos y cada uno de los solos. Para el cierre, Sandro abrumó a todos con una versión acústica de ‘Baterflai’, seguida de la versión posta. Claro, ganó puntos al cantar una parte en español, emocionando a más de uno. Por fin se la jugó y se aprendió algo el muy ladrón. Personalmente, esperaba una canción con todos en escena, pero no se dio. Así llegó a su fin el evento. Ah, olvidé mencionar que cada vez que Kouji salía a escena, se largaba a llover (esto NO es joda)… después paraba, para repetir el ciclo una y otra vez. No se me caen los anillos (ojo, es solo una expresión, ya que no los uso por ser una mierda suprema), y celebro el buen show que brindaron.
Antes de terminar, habrán notado que no mencioné en ningún momento el concurso de Cosplay general. Bueno, no lo vi. Así que pueden pasar por otro blog para saber quién ganó y todo eso; acá no habrá mayores comentarios (salvo el hecho que un hijo de puta con cosplay de ya-sabemos-quién se me cruzaba a cada rato, poniendo en riesgo su vida en todas y cada una de las ocasiones). Lo que usted no ha leído en esta reseña, no merecía chiste alguno... Y aunque debería puntuar AF2010, no lo haré... Ah, el programa del evento te lo cobraban…
DEDO BANG! BANG! BANG! DEDO BANG BANG! BANG BANG BANG!
Será misión de los fanáticos: evaluar el lugar del evento con su respectiva distribución de stands; la absolutamente esperada lluvia y las respuestas que los organizadores dieron a aquella tremenda mierda (no hacía falta tener visiones para saber que uno de los dos días, la inclemencia iba a hacerse presente); puntuar la calidad y desempeño de los artistas invitados; criticar o no el precio de las entradas; etcétera, etcétera.
A priori, su servidor no pensaba escribir ni una puta línea sobre AF2010. Mejor dicho, no pensaba ir siquiera, totalmente convencido de las implicancias de desafiar al Conde de la Mortanga y toda su tropa de aliens come-almas. Pero harto se sabe, que un hijo de Zenki toma el camino difícil cuando uno menos se lo espera, en pos de superar el proceso de bichificación total. Homero diría ‘voy a salir de este pueblo vivo aunque me muera’. Claro, fue la lluvia del día domingo, además de Impa, la que inclinó la balanza para que escribiese la presente reseña.
No voy a hacer hincapié en el hecho que se elijan lugares cerrados para eventos en verano (o en época de calor) y lugares abiertos para eventos invernales (o infernales, como usted prefiera). Pero es un dato a tener en cuanta, si queremos darle un manto de (poca) seriedad al asunto. El colegio era lo más parecido a Kosovo. Incluso más parecido que la misma Kosovo. Destrucción por doquier. No se entiende (entre muchas otras cosas sin respuesta en este mundo pedorro) cómo mierda alguien puede estudiar con semejantes bancos… pero bueh, la infraestructura edilicia no es algo en lo que el sistema educativo argentino se especialice. Y mejor no menciono el jardín de niños... Tal vez todo podría haber sido atenuado, si el sol se hubiese hecho presente… pero duró lo que duran los cacheos en la entrada de los eventos: prácticamente nada. Por lo menos era más fácil llegar, en comparación con otros innombrables lugares.
Durante la review seguiré con los comentarios sobre el Instituto (ahora voy a buscar un panqueque para comer). En cuanto a las actividades, zafaron. Aunque nadie vio algunas salas temáticas, escondidas en el laberíntico colegio ultra-católico-azulgrana (infinitas eran las imágenes de Don Bosco con la camiseta de San Lorenzo de Amargo). Como siempre, los de la ST de Harry Potter hicieron gala de su falta de ubicación, al ofrecer al público sus potas venenosas (ni hablar de los afiches que hacían honor, más que a HP, al Ragnarok Online). La ST de Para Dance era, sencillamente, una porquería, al igual que el Manga Café, que nunca nadie entiende para qué carajo está. En el escenario principal, se destacó la ‘espectacular exhibición de Aikido’ (Yamato dixit), que fue reprogramada unas cien veces, y terminó secando y limpiando el piso para los anime singers. Mención honorífica para Pino Solanas, que participó de la exhibición, cargándose a todo el puto colegio.
CEMENTERIO DE BANCOS
INCARNATION OF MORROC & GHOUL
INCARNATION OF MORROC & GHOUL
Los stand vendían lo de siempre (incluso posters remanentes de Twilight, de hace más o menos dos años). Sin embargo, se puede agregar una tristísima novedad que promete repetirse: el único stand autorizado (por los organizadores del evento) para vender pines era Pinsmakers. El monopolio también se lo meten en el orto. Como respuesta, se pegaron afiches con la leyenda que vemos a continuación:
La comida? Bueno, imposible obtenerla era. Por suerte, esta vez podías ver un pedazo del escenario principal mientras hacías la interminable cola para recibir, desde una hamburguesa con ausencia de sabor hasta un poco de arroz pegado con plasticola (mal llamado onigiri), y desde agua de la canilla (o caño) hasta una refrescante gaseosa hirviente (sin gas, claro). Tanto salas temáticas y actividades, como comida y stands, se mantienen en el estándar de este tipo de eventos: impresentables.
Como dije antes, todo podía llevarse más o menos bien, de no mediar inclemencias climáticas en el clima, cosa que sucedió el domingo. Ya en la entrada, los de seguridad demostraban lo cagones que son: abrigados hasta la nuca, usando frases como ‘te vas a morir de frío brr’ (solo porque alguien va casi en remera). Unos boludos. Adentro, el charco más pequeño era del tamaño de la base del Obelisco (me cago en el Obelisco y en todo lo que representa). Las carpas de expositores y pasillos, atestados de gente. El escenario principal, tapado por el agua y por los paraguas. Ah, por cierto, quien recuerde el épico trailer verde de Animeku 2008, debe haberse emocionado hasta las lágrimas en AF2010, al ver uno aún peor, a la izquierda del escenario. Una chotada. Obvio, no se puede hacer responsable a nadie por la lluvia, y mucho menos por el mal estado de un motorhome alquilado.
Pero lo más importante de todo, nuevamente, termina siendo la crítica a los artistas internacionales que se presentaron sobre (y bajo) el escenario principal del colegio balcánico. Nadie duda que Kouji Wada es lo peor que le pasó al mundo, después del mismo mundo. Imaginábamos que tras la nota realizada por LHDZ, no se dignaría a volver al país, por lo menos por un par de años (salvo muerte), sin embargo siempre sorprende. Innovador hasta las pelotas. Pero continuaré con los invitados de menor relieve antes de llegar al viejo gitano japonés.
La cosplayera Francesca Dani era una ‘atracción’ más que esperada por muchos (bueno, en realidad no estoy muy seguro de esto). La realidad es una sola, y es brutal: fue papelonesco. No hizo un carajo. UN CARAJO! “Un cosplay y me voy a mi casa” habrá pensado. Y así lo hizo la muy hija de puta. Lo peor, es que fue opacada asquerosamente, y ya sabemos por quién…
No tenía ni idea que sería así, pero Aural Vampire se presentó el sábado. Vi apenas diez minutos a la banda, y parecía interesante, pero debo de objetar a aquellos que dicen que, bajo la máscara de Raveman, hay un zombie… si hubiese un zombie, ya estaría prendido fuego por la gracia de cientos de garrafas, bidones y molos voladoras. La minita, de nombre Exo-Chika, mostró interesantes movimientos, pero algunos/as a mi lado exageraron en las alabanzas.
Todo tenía una clara convergencia hacia la máxima de las presentaciones: Super Friends Spirit, que no era más que la conjunción de todos los invitados en el mismo concierto interpretando las más ‘prestigiosas’ anime songs. El anuncio hablaba de casi TRES HORAS de show. Inocente palomita: no llegó ni a la hora y media. Cuando hablo de invitados, hablo de Kouji ‘Sandro Of Japan’ Wada, Chihiro Yonekura, Misato Aki (o Aki-chan) y la banda brasileña Wasabi como ‘sesionista’. La expectativa era suprema. Aproximadamente a las 18:30 (con la impuntualidad que caracteriza a los japoneses que vienen a Argentina), el grandioso líder de Parraleños (que hizo las veces de animador - a raíz de la muerte del rubio forro de siempre), presentó a todos, e incluyó, como si de una broma se tratase, a un tal Ricardo Cruz. Y si... El muy ladrón no podía perdérselo. La sorpresa fue más que mayúscula. El único comodín al que se puede recurrir, ‘The Ladri’, tenía que estar… para remontar lo irremontable. Abrió justamente Ricardo, con Soldier Dream, el concierto principal de Anime Friends. Después llegaron las desconocidísimas japonesitas, una vestida como un gato barato, y la otra… también. Muy buenas voces, pero carisma negativo. Tal vez alguna era Koiji con peluca… Después llegó la explosión del público: Sandro apareció, pidiendo aire (como si el pulmotor hubiese fallado antes de su entrada). La primera canción que hizo, prácticamente no se escuchó. Cantó como el orto. Estuvo vestido más decentemente que otras ocasiones (nada de camisas a lo Julio Iglesias). Abusó del ‘okee’, del ‘arigato’ y el ‘gracias’ como siempre, e interpretó las mismas canciones de siempre, pero por lo menos sus movimientos en escena mejoraron un poco.
Y otra vez el Jardi se cargó todo a cuestas, haciendo las mejores, más coreadas y repetidas canciones: Pegasus Fantasy, Cha-la Head Cha-la y Haruka Kanata. De haber existido el premio al ‘momento vergonzoso’ se lo hubiese ganado Chihi, quien cantó ‘Don’t Cry For Me Argentina’ en honor a Evita de quién ella es fanática (algunos, como yo, escucharon ‘Eivita’, y pensaron inmediatamente en el único y justiciero Violeta 01). Menos argentino, imposible. A todo esto, quienes impedían que todo fuera más que un mero karaoke, eran los de Wasabi. Gran banda para ser honesto, especialmente el guitarrista, un gordito que con una pachorra tremenda interpretó, de manera impecable, todos y cada uno de los solos. Para el cierre, Sandro abrumó a todos con una versión acústica de ‘Baterflai’, seguida de la versión posta. Claro, ganó puntos al cantar una parte en español, emocionando a más de uno. Por fin se la jugó y se aprendió algo el muy ladrón. Personalmente, esperaba una canción con todos en escena, pero no se dio. Así llegó a su fin el evento. Ah, olvidé mencionar que cada vez que Kouji salía a escena, se largaba a llover (esto NO es joda)… después paraba, para repetir el ciclo una y otra vez. No se me caen los anillos (ojo, es solo una expresión, ya que no los uso por ser una mierda suprema), y celebro el buen show que brindaron.
Antes de terminar, habrán notado que no mencioné en ningún momento el concurso de Cosplay general. Bueno, no lo vi. Así que pueden pasar por otro blog para saber quién ganó y todo eso; acá no habrá mayores comentarios (salvo el hecho que un hijo de puta con cosplay de ya-sabemos-quién se me cruzaba a cada rato, poniendo en riesgo su vida en todas y cada una de las ocasiones). Lo que usted no ha leído en esta reseña, no merecía chiste alguno... Y aunque debería puntuar AF2010, no lo haré... Ah, el programa del evento te lo cobraban…
DEDO BANG! BANG! BANG! DEDO BANG BANG! BANG BANG BANG!
Written and Posted by Cesar de la Luz
Dedicated to Pino Solanas
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