Sería inútil tratar de describirte
aquellos cuadros, pues el más horroroso y diabólico horror,
la más increíble repulsión y hediondez
moral se desprendían de simples pinceladas imposibles de traducir en palabras.
H.P.
Lovecraft [Pickman’s Model]
Un fracaso en amor es, para el hombre,
como una misión cumplida.
Los corazones están hechos para ser
rotos.
[Oscar Wilde]
Sobre
banderas, pelotas y camiones – Offtopic
Todos somos prescindibles. Ser amado, hoy, no implica ser
amado mañana. Llegará el día en que debamos despedirnos bajo el despigmentado
sol de verano, envueltos en la más hermosa y angelical agonía, sabiéndonos
derrotados por las impías bestias de pequeños ojos incoloros. Llegará el día en
que el aberrante silencio nuble los sentidos y nos deje sin alma ni corazón en
un ominoso rincón gris. No existe eternidad en el pensamiento, y mucho menos en
los sentimientos que sostienen esos pensamientos; es parte de la (mal llamada)
naturaleza humana. No debe sorprendernos, tampoco espantarnos. Invariablemente
seremos reemplazados, y cuando el caos reptante de la preciosidad se desate,
nuestro destino será materializarnos en una pecaminosa hoja sin relevancia del
libro de esa historia compartida. Como entidades libertinas que somos,
entregadas a la más perecedera y frívola de las realidades, nuestra apreciación
de las personas varía de acuerdo a su grado de utilidad. Por supuesto - vale la
pena aclararlo - la análoga comparte los mismos fundamentos. Es así que, los
odiados de hoy, tranquilamente pueden ser nuestros compañeros de mañana. Ambos
casos se sostienen en la intensa y violenta estupidez que el hombre ha
perfeccionado con el correr de las generaciones; una estupidez que no permite
matices, grises. De alguna manera, solo el amor sincero puede abrirnos las
compuertas al odio último; y solo el odio superador puede enseñarnos el camino
errante hacia el auténtico amor (que no por ello deja de ser una desgracia).
Semejante rompecabezas sentimental carente de lógica, se ve
reflejado, justamente, en uno de los ámbitos donde la lógica no se utiliza ni
siquiera para ningunearla, donde ni Dios ni el Diablo imponen límites claros al
accionar de los mortales, permitiéndoles regodearse en las tumbas de los héroes
de antaño: la política; ese monstruo ciclópeo que subyuga a las sociedades con
aterradora facilidad. El tristísimo conflicto del Día de la Bandera , feriado signado
por el recuerdo de aquellas chatitas negras que solo en sueños ajenos aparecerán,
ha sido el puntapié inicial de un partido que promete juego sucio y pocos
goles, entre dos equipos que hasta no hace mucho tiempo posaban sonrientes para
los fotógrafos. El resultado de este innecesario enfrentamiento de índole más
bien sexual, salvo un milagro teutón, amenaza con sumergir a toda la población
en un pantano brumoso y repulsivo, como si la perpetuidad se hubiese apoderado
del otoño. Pero podemos alegrarnos estimador cadáver; pues este país decadente
nos otorga al menos una certeza: todos perderemos. Ambas escuadras,
identificadas con el viejo General de la voz graciosa, buscan incansablemente
la venia del pueblo, y se enfrentan para ver... quien la tiene más larga.
La batalla de ribetes genitales que protagonizan, de un
lado, la neurótica emperatriz Kristina y sus esbirros sin vida propia; y del
otro, los despiadados guerreros multimediáticos, encabezados - esta vez - por
el líder del Sindicato de Camioneros y Secretario General de la CGT , Hugo Antonio Moyano,
otrora hermano del alma, solo puede concebirse en este imperio de ilusiones
fabricado por un gobierno (unicato de facto) virtuosísimo (enfermo de poder),
que no necesita ni leyes ni instituciones serias para otorgar el bienestar
económico y social buscado por los argentinos durante los doscientos años de
historia, pues cuenta con una herramienta infalible que impide el colapso de
las masas: la mentira. El desparpajo anhelante y horroroso egoísmo de estos
jugadores han puesto a prueba, durante la última semana, a las filosas lenguas
de cientos de miles de infelices (como quien escribe) que no pueden sino sentir
el inmenso e incontrolable orgullo de comprender esa absurda burla hacia los
pensamientos y sentimientos del pasado.
Muchos no tuvieron que esperar diez años para arrepentirse
de haber colocado la boleta azul en las elecciones de octubre último. No será
una porción escandalosa de la población, pero alcanza para demostrar el parco
compromiso ciudadano para con la detestable política y su maniqueísmo perverso.
El amargo conformismo los llevó a votar, entonces, por el inexistente proyecto
de Kristina, en busca de más conformismo. Pero el cepo al verde billete, la
descarada corrupción, el terror a la parálisis económica, la inusitada
violencia verbal, el boludeo constante, y el tan mentado 'vamos por todo',
amplificados hasta la locura por medios opositores e independientes, bastaron
para que muchos partidarios del irreverente status
quo pusieran el grito en el cielo, ante la evidente sequía conformista. El recordado
llamado al diálogo y a la unidad política de la Presidente durante su
discurso de victoria aquella noche azulada, no fue más que una angelical
falacia. Por el contrario, partiendo de esas palabras vacías de contenido, se
ha potenciado la confrontación, que ahora alcanza niveles estratosféricos pues alcanzó
los círculos más íntimos, salpicándolos con la sangre del pasado. Jorge Lanata,
nuevo tótem de jóvenes que no habían nacido cuando fundó el (hoy) bastardo
diario Página 12, desde la TV
y la Radio
Anti-pública ; el paciente motonauta Daniel Scioli desde su
sempiterno despacho de La Plata ;
y el refinado Hugo desde las calles, han comenzado la resistencia, vivificando al
patético circo opositor amante del voyeurismo.
Por supuesto, y como bien apuntan los perfilistas (entre otros) en sus inspiradoras columnas, esta
batalla fálica no es más que una interna peronista, kirchnerista si se quiere; una
de esas cruzadas que han trastornado hasta el paroxismo a nuestro pobre país.
Quienes fundían sus corazones en besos prohibidos, y sus almas en abrazos
escandalosos, hoy se odian con la misma intensidad. Y no paran de llover las
acusaciones, haciendo un sensacional alarde de impunidad. Y los delirantes
fantasmas golpistas vuelven a sobrevolar los helados cielos de la verdulería. Y
afloran los guapos de cartón que pretenden erigirse como héroes, siendo poco
más que la basura que nuestros queridísimos camioneros levantan noche tras
noche. Y el pasado cobra vida, confundiéndose con el demoníaco presente donde ya
no brilla más la preciosa luna. Como consecuencia de su estilo tan particular, celoso
y magnánimo, la primera mandataria observa el derrumbe de los viejos pilares
mediático, social y político que sostuvieron al kirchnerismo en sus albores,
otorgándole la legitimidad necesaria para gobernar, y debe soportar con
estoicismo su amnistía, cuyo objetivo no puede ser otro sino desplazar de la
ecuación electoral a los que tantísimo poder les dieron. Clarín no debería
olvidar que sigue siendo Clarín gracias al desfachatado perdón del Santo Néstor.
Scioli abandonó el letargo y la fiesta menemista por obra y gracia del 'flaco’,
quien lo convirtió en Vice y luego lo catapultó a la gobernación de la caótica
pero celebérrima Provincia de Buenos Aires. Y, en mayor medida aún, es Moyano quien no puede olvidarse que este
gobierno lo salvó de la cárcel y le entregó las llaves del país, para que lo
convirtiese en su patio de juegos. Es el precio que CFK debe pagar por
otorgarle plena confianza a alguien que, se sabe, sucumbirá a la tentación de
la vil traición. Soberbia o no, desquiciada o no, la pobre mujer es un ser
humano.
Adjetivar de forma grosera a los protagonistas de esta caricatura
sería un cuarto miope y tres cuartos zonzo de mi parte; sin embargo, no es ese nuestro
propósito? El relato zenkiano está surcado por el odio a las masas, al
materialismo indigno y al sobrado anti-intelectualismo de los profetas de papel
higiénico; determinado por un indecible cinismo y la exaltación del ridículo.
Este relato dista de otros relatos.
El ya tristemente célebre 20 de junio, un nutrido grupo de rocosos
camioneros bloqueó una planta de YPF en La Matanza , en consonancia con los paros sorpresivos
que el Sindicato había decretado las jornadas anteriores. Estaba allí el eje
del reclamo por la (entonces) irresoluta paritaria y la puja por el mínimo no imponible
del Impuesto a las Ganancias. Semejante muestra de poder asustó a los
funcionarios que no habían viajado con la emperatriz a la Cumbre de UN en la tierra
de los hijos de puta, quienes no dudaron en llamar a la única persona
capacitada para tomar decisiones políticas en este país miserable. Temió
Kristina un golpe de Estado, suponemos. Gracias al accionar desestabilizadoramente
militarizado de los camioneros, nos pudimos enterar de los actos por el Día de la Bandera (el feriado era
muy lindo, pero, por algo era no?). Desde Rosario llegó la apaciguadora voz de
nuestro Vice, Amado Boudou (el de la manija), saliendo al cruce de los gorilas,
demostrando por nonagésima vez sus dotes de innato estadista y su intachable
autoridad moral. Entrada la noche, comenzaron nuestros jugadores a tirar las
primeras patadas: una tropa sin igual de gendarmes ayudó a descomprimir la
situación en la refinería.... Cómo? No ayudó? Bueno, no importa. Nadie imaginó
que un gobierno que ha castigado la represión hasta la senilidad, utilizase a
Sergio Berni, Secretario de Seguridad y retirado Mayor del ejército, como
cabeza del operativo. Los forcejeos parecían divertir a los camioneros; ni
hablar a los camarógrafos que prendían velas a los dioses de la ominosidad.
Oficialistas continuaron con la magia, ya con CFK de vuelta: un ministro de
papel denunció a Hugo y Pablo Moyano ante la Justicia (dónde sino) por
atacar y no acatar la conciliación obligatoria y por impedir el normal funcionamiento
de los transportes. Deducimos que la misma presentación puede hacerse en contra
del aire, que hace que los colectivos, trenes y subtes anden como el
reverendísimo orto día tras día.
Algunos pueblos del interior experimentaron ciertas (y
exageradas) dificultades con el abastecimiento de gas y combustibles, obligando
al paladín imperial Gabriel Mariotto (otro Vice) a hacer su estelar aparición. Vale
una aclaración, querido cadáver: ninguno de los actores mencionados ha sido
inventado, aunque usted no conozca a ninguno de estos impresentables. Se vieron
espectáculos televisivos que provocaron severos dolores abdominales; el mejor
de todos a cargo de Julio de Vido, quien defenestró al líder camionero en ‘6-7-8’ , luego de lamerle las bolas
durante tantísimos años por sus patrióticas convocatorias (“Operación Clarín-Moyano-Barrionuevo-Scioli?”
rezaba el graph del enfermizo programa ultra K). Sin embargo, el colmo de los
colmos fue la tragicómica visita de Hugo al programa 'A dos voces' de TN, donde
el camionero anunció un (ya planificado) paro mundial de tres semanas.
Comidilla para la neurótica mandataria que vio diluirse su arduo trabajo de
años. Mientras la patronal acordaba con el Sindicato en el más impoluto de los
secretos. El refinado compañero de los lentes levantó el paro de tres años,
convocando un acto para el 27 del presente. Desde el kirchnerismo más verdulero
solo brotaron diatribas para con su antiguo camarada y amante, sin olvidarse de
Daniel Scioli, quien había viajado a Italia para que le dieran una mano (cuac).
En un arrojo incuestionable, la emperatriz responsabilizó indirectamente a los
camioneros por un accidente de tránsito que lamentablemente cobró la vida de 11
gendarmes. Del chofer que se quedó dormido, ni hablemos. “Fuerza mi presi,
fuerza!!!”. Con el clásico golpe bajo, la mandataria prometió la no-presencia
de las fuerzas de seguridad en el acto en Plaza de Mayo, esperando algún
desborde que ensuciara al pulcro camionero. Todo vale en este imperio de
ilusiones. Los fieles exponentes de la desculturalización, promotores de la
involución de la humanidad llegaban al 27-J empatados en cero, colgados del
travesaño de Flor de la V
(con respeto lo digo).
Con monumentales coberturas, los medios se ocuparon del acto
en la Plaza de la Revolución. Hordas
de venosos verdes y blancos abarrotaron las calles del micro y macrocentro. El
sabor del Bernet con Coca ® trastocó los sentidos de los más sensibles; y el olor
a choripán evaporó los prejuicios de los muchachos de traje enamorados de las
ensaladitas naturistas. La 9 de Julio dejó de existir, invadida por más de
cinco millones de aviones de tierra. Como había prometido CFK, ni un solo
efectivo policial; muy parecido a un día normal, sin marcha ni reclamos. Para
los verdaderos analistas políticos (esos que desperdician aliento tratando de
darle un marco teórico a las estupideces de los argentinos) quedarán las
conclusiones: que cuántas personas había; que cuáles gremios se adhirieron al
acto de Moyano; que cuántos muertos hubo durante los incidentes entre aliados y
soviéticos; etcétera. En otro alarde fálico, Kristina habló minutos antes de
las tres de la tarde, retrasando las palabras de Hugo Antonio. La emperatriz en
San Luis, tierra opositora desde el comienzo de los tiempos; el camionero canturreando
contra el gobierno que le dio poder ilimitado, corriéndolo por derecha e
izquierda, al son de la maravillosa pero estéril marcha peronista. El reino del
revés. Argentina.
Como decía más arriba, nuestro relato defiende los valores
más ominosos, íntimamente ligados a la muerte y la desolación, repelentes de quienes
se dicen amantes de la vida y la felicidad que ésta supone. El relato K, basado
en la estupidización y el eterno conflicto, no acepta su propia naturaleza y
pretende ser omnisciente (alcanza con leer cualquier columna proselitista en
algún multimedio oficialista). El hueco relato anti-K, motorizado por el Grupo
Clarín, retrata al gobierno como si fuese el mal último - cuando sabemos que
éste se esconde en los corazones de las bestias perversas y desagradecidas - y
utiliza cualquier artilugio para deformar la oscura realidad en una aún peor.
El relato independiente, muchas veces huérfano de pauta oficial, es muy loable,
pero ese carácter racional, conciliador y esperanzador lo hace pecar de
inocente: cómo se puede pretender sensatez en una sociedad tan heterogénea y
abandonada a sus más fieros instintos? "Solo la tristeza puede ser tan
triste". No me pondré en papel ni de juez ni de verdugo. No soy portador
de la verdad; muy por el contrario, la verdad no duerme en mi habitación de
paredes blancas. Me tiene sin cuidado dónde está. Me tiene sin cuidado si son
Moyano, Magnetto o Scioli los que la tienen más larga; o si son Kristina y su
corte de aduladores/aplaudidores/lamedores-de-orto/delincuentes/auto-golpistas
los que la tienen más larga. Pero es una obtusa obviedad que semejante dislate
discursivo solo llevará a este país a una fragmentación aún mayor. Para estos
jugadores, no parecen bastar la infinidad de problemas que aquejan a los
argentinos, fruto de desavenencias internas y externas. Los logros de este
gobierno (que no son pocos, tampoco siderales) se descuajan al calor de la
opulencia de aquellos que dicen 'si' a las demenciales iteraciones de la
emperatriz. Ha pasado mucho desde aquel caluroso y apacible octubre, antesala
del caos trepidante de la última desgracia; y varios ya se arrepienten de haber
colocado la boleta azul.
La conmocionante espiral que engloba desorden institucional,
libertinaje económico, degradación moral y caos cultural no tiene intención de
consumirse todavía; es esta transmutación, necesaria para los que desean
mantener su pornográfico estilo de vida, donde prescinden de cualquier entidad
que se oponga a su ceguera mental. Su excelso materialismo los lleva a pensar
que la verdad reside en el tamaño de sus miembros, o en la rocosidad de sus
pelotas. Claro, en este país, no hay regla que alcance para medir ni los falos,
ni la idiotez que nos hace olvidar a los seres que una vez amamos odiar u
odiamos amar.
UNA COSA QUE EMPIEZA CON “P”!!
Written and Posted by Cesar de la
Luz
Dedicated to the loving memory of Juan Alberto Badía