Mientras la humanidad se dedica a hacer lo mejor que sabe hacer (es decir, revolcarse en su burda miseria), un hombre, oriundo del Estado que supo gobernar con tantísima gloria el inmortal Arnold-kun, un tal Harold Camping espera el Día del Juicio Final, sentado en el living de su casa, mientras escucha la radio y mira la televisión con su esposa transexual. A este viejo choto, no le alcanzaron 90 años para decir pavadas, y decidió redoblar la apuesta gracias a un exhaustivo y pormenorizado estudio de
viernes, 20 de mayo de 2011
La Biblia y el Canelón
El verdadero amor es como los espíritus: todos hablan de ellos, pero pocos los han visto.
Francois de la Rochefoucauld
Siempre son los demás los que se mueren.
Marcel Duchamp
El gran sueño (senil) americano - Offtopic
Siempre se ha imaginado el Apocalipsis como lo describen los ominosos e inenarrables escritos de La Isla: una gigantesca bestia de color violeta, frenética, desafiante de las leyes de la física por su dimensión y morfología, aplastando edificios y devorando personas. Un animal que imparte justicia, acompañado por infinitos demonios blancos con afiladas armas y dientes del infierno. No habría resistencia posible; no habría dioses salvadores. En un abrir y cerrar de ojos, los millones de años de evolución llegarían a su término… Que la realidad sea tan simple y poco poética, no debe sorprender a nadie. Y debemos agradecérselo a alguien muy especial…
Semejantes profecías, hoy en día, no asustan a nadie. Pero veamos la cuestión más de cerca.
Para la congregación americana liderada por este anciano come canelones (de nombre tan irreproducible como las cosas que anuncian), este sábado comenzará un período de sufrimiento y caos, coronados con la posterior destrucción parcialmente total de la Tierra pautada para día 21 de octubre del presente año. La garantía de esta profecía reside pura y exclusivamente en una interpretación del libro sagrado hecha por Camping, que la estudió por más de cincuenta años (demostrando que su título de ingeniero no le sirvió para nada). La fecha del cataclismo está calculada de la siguiente absurda manera, utilizando como equivalencia 1000 años = 1 día (no se rían, todavía): en el 4990 AC, Dios le reveló a Noé que quedaban SIETE días para que el diluvio cayera sobre la Tierra. Si se hace 4990 + 2011 – 1 (ya que no existe el año cero ¿?), da un total de 7000 años, que serían esos SIETE días según la proclama de Dios. El cálculo de la fecha exacta (21 de mayo) es igual de insólita, y requeriría por lo menos media docena de menciones bíblicas en las cuales no tengo intención ahondar (pueden reírse).
Existen otras cifras: serían 200 millones de engendros (ni uno más, ni uno menos) los que ‘subirían’ al cielo, mientras el resto de las personas ‘danzaran sobre caca y arena, comidos por gusanos y animales, desintegrándose ante los ojos de Dios’. Esto es una cita casi textual. Y para hacer la batata aún más grande, los seguidores de Camping se han dedicado a malgastar un presupuesto tan oscuro como el amor y la bondad en una inhóspita campaña, anunciando el dicho Día del Juicio Final, mientras aprovechan para publicitar su radio, la cual prospera gracias al aporte de seres indeseables. Un auténtico producto de América, sede de los más despreciables engendros: Lady Gaga, Justin Bieber, Bill Gates, Steve Jobs, Justin Bieber, Barack Osama, Ricky Martin, Joe Jonas, Justin Bieber, etc.
Aparentemente, para este veterano profeta, el fin es un hecho, y no hay ninguna posibilidad que esto NO suceda. Lo afirmó tan rotundamente como afirmó la llegada de Jesús a la Tierra en 1994, algo que, por supuesto, nunca sucedió. Según sus propias palabras ‘no pudo interpretar la Biblia por la complejidad con la que está escrita’ en aquel momento. Claro, el único que tiene certeza que este error no vuelva a cometerse es el propio Camping, cuya$ intencione$ $on verde$, como el infierno mi$mo (el teclado no anda muy bien).
Por supuesto, los versículos que hablan sobre la incertidumbre de una fecha para el fin de los tiempos (y al mismo tiempo, de la inconsistencia de las profecías como ésta y como otras en el pasado – reciente y no tanto) no fueron tenidos en cuenta por esta congregación de mierda. Es más, en una comunicación telefónica de LHDZ con el vocero, amigo personal y posible amante de Camping, Richard García, pudimos recoger la siguiente declaración: “Harold le dedicó su vida a la Biblia… es tan lindo… así que es como si él mismo la hubiese escrito… por lo tanto está en todo su derecho de sentarse en el inodoro y ponerse a tachar todos los versículos que lo contradicen… sino la historia no le cierra… emm, cuando empieza la entrevista?”. Después de semejantes palabras, solo podemos decir que el mundo ya se cagó muriendo hace rato…
En fin, lo fundamental aquí no es la credibilidad de la congregación y su posible interés por el billete loco: sería estúpido, redundante y atípico para LHDZ criticar a alguien o algo desde un punto de vista tan simple. Tampoco importa el fanatismo religioso o la pésima interpretación de un libro previamente analizado por miles y miles de personas. Mucho menos interesan los deseos de un viejo al que posiblemente le queden pocas horas de vida (lo van a hacer a la parrilla el domingo); su broma celestial muy lejos no irá, claro está. La clave está en los conceptos ‘fin del mundo’ y ‘destrucción’, los cuales parecen estar muy lejos de la mente de Camping, que erróneamente los vincula con algo malo, con algo desolador para el total de la población del planeta, y no se da cuenta que es todo lo contrario, dejando en claro que NO es un hijo de Zenki. La verdad de la falsa milanesa, es una sola: existen personas que ya conocen las fechas del fin de todo. Efectivamente, el final no es algo que suceda solo en un día: es tan espantoso y hermoso, que necesita desatarse en varios lugares, simultáneamente, pero en momentos distintos. Y para pavor de muchos, esos momentos ya se sucedieron en el reciente pasado: en ese ominoso rincón gris; en aquellas escaleras dantescas junto a la cafetería del mal; en la oscura sala, tan negra como el alma y el corazón de los pecadores y pescadores; en aquel jardín de perdición donde los sueños se convirtieron en pesadilla; en aquella casa salmón donde se desató el caos reptante de los que ‘no pertenecen a nadie’.
Camping y su ‘hermandad de los pelotudos’ afirman que los pecadores quedaremos fuera de la historia; lo cierto es, que nunca tuvimos necesidad, ni nunca pudimos ser parte de la historia; siempre arderemos, felizmente, en las llamas de averno cavernoso, desafiando a cualquier baboso bicho de color verde que intente azotarnos. Antes que este profeta virgo pudiese caminar, los pecadores ya estaban vendiendo sus almas y corazones a cambio de monedas, monedas que hoy, forman parte de un museo de desolación, para desgracia de un ente que no conoce de tiempo ni espacio. La destrucción siempre será creación, Camping. La muerte, siempre será vida dentro de la muerte y muerte dentro de la viva muerte. Posiblemente en otros noventa años, este veterano lo comprenda.
Antes de terminar con este suplicio motivado y motorizado por el dislate de un profeta de la batata, quiero aclarar algunas cosas harto fundamentales:
1) En ningún momento se ha querido faltar el respeto a las religiones para las cuales la Biblia es su libro sagrado; no es el punto aquí.
2) En ningún momento se ha querido faltar el respeto a esos hijos de mil puta de Greenpeace que continuamente presagian lo peor ante el calentamiento global, el fin de las especies, el fin de lo verde, etc... no estamos interesados en las pavadas que dicen y hacen.
3) Cualquier parecido entre Harold Camping y Bernardo Stamateas es pura coincidencia.
4) Esta reseña no refleja las creencias y pensamientos de LHDZ en su totalidad, ni siquiera las del autor, ya que todos estamos muertos en realidad, y no podemos ni pensar ni creer.
Espero puedan leer esto antes que comiencen a quemárseles los calzones y las respectivas nalgas.
QUE MALA LECHE SOS… QUE MALA LECHE SOS…
Written and Posted by Cesar de la Luz
Dedicated to Dominique Strauss-Kahn and Martín ‘Homebreaker’ Lousteu
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