Lo terrible en cuanto a Dios, es que no se sabe nunca si es un truco del diablo.
Jean Anouilh
El que abusa de un líquido no se mantiene mucho tiempo sólido.
Charles-Augustin Sainte-Beuve
Stream Party – Review Eventos
Después de tanto palabrerío, después de historias con un profundo sentido (pero a la vez, carente del mismo), después de recetas milenarias, es tiempo de volver a las raíces. Es hora de volver a las clásicas reseñas que hicieron tan ‘famoso’ a este blog. No digo que lo anterior sea una mierda…. Simplemente me fui al recontra carajo… nada más. Y si bien tampoco puedo asegurar que las líneas que a continuación leerán (si es que siguen haciéndolo, a pesar del retraso en este post) no sean a su vez un tremendo dislate, serán dislates típicos de LHDZ.
Mil ciento cincuenta y tres días habían pasado desde que este hijo de p… Zenki asistiera a un evento-animero nocturno… hasta Stream. No fue fácil contar los días, y tampoco fue fácil encontrar un motivo para volver a las andadas… hasta Stream. Las razones de la vuelta son tan simples, que en el infinito se vuelven complicadísimas. La última Anime Style Extreme (21 y 22 de agosto del presente), organizada por Jigoku Argentina (léase bien: NO Yamato, NO Deux), fue más que positiva… fue tremenda. Quizá lo mejor de este 2010. No es un exabrupto. Me refiero a que ellos también tuvieron la tan mentada ‘vuelta a las raíces’, con un arma infalible: la lealtad al otaku. No quiero hacerle la contra a los ‘intocables’. Me importa muy poco. Con este antecedente, ni bien la gente de Jigoku comenzó a promocionar la convención que con orgullo aquí reseño, la asistencia era un hecho… un hecho aterrador.
Luego de una tarde de mierda, como siempre (con facultad incluida), y tras una comunicación fallida con el resto de la banda, tomé rumbo norte, hacia el Centro Cultural Buen Ayre. Ya en la entrada no pude más que recordar aquel capítulo en el que el Pegaso Seiya enfila su cabeza directamente contra el ‘indestructible’ escudo del Dragón Shiryu... estaba cometiendo suicidio. No es fácil para los viejos como yo salir un sábado a la noche… especialmente porque nunca me gustó desperdiciar una noche fuera de casa, pudiendo quedarme a escuchar Radio Deja-vú (entren, entren, entren). Al ingresar, te recibían dos personas totalmente de negro, acordes con la inmensidad de la hermosa noche, un pseudo-patova más adelante (ciego al parecer), y por último la ‘boletera’. Las entradas que suele dar Jigoku en puerta son bastante parecidas a las rifas de Yamato, con la salvedad que las primeras dicen ‘entrada nº’. Stream no fue una excepción, por supuesto. Un despropósito, pero es lo que hay… El lugar estaba básicamente restringido al ‘Salón de las Artes’ y su piso superior, quedando el ‘Salón Imperial’ (donde se presentara el inigualable hombre de la boa - Nobuo Yamada) bloqueado por una escalera de pie de madera. Grata sorpresa al ver una buena concurrencia para esa hora (once y media de la noche aproximadamente), que aumentaría a niveles épicos en los siguientes minutos. Ahora bien, me crucé con mucha gente que no aparentaba 18 años ni a palos. A pesar de no estar explícito en las invitaciones (face, blog de Jigoku, tickets, o lo que sea), al ser una convención nocturna, y habiendo alcohol sobre todo, se suponía una restricción de edad. Pero NO fue el caso. Entraba casi cualquiera, marcando una tremenda diferencia con cualquier otra convención de este tipo. Ni hablar que dejaban fumar. Una inspección sorpresa de los hombres de Macri hubiese puesto fin a los tiempos je.
Adentrémonos en las actividades que se desarrollaron durante la Stream. Lo primero que voy a mencionar es la peli que nos dio la bienvenida: “Tenacious D In The Pick Of Destiny”. Si bien medio quemada, esta producción (que paso totalmente desapercibida para su servidor hace ya unos cuantos años - entre otras cosas por el vomitivo nombre con el que se la conoció acá: Delirios de Fama) merecería una review propia, a pesar de haber visto 1/4 o menos de la película (9/10 de ese tiempo estuve parado – incomodísimo – y 1/10, sentado – todavía más incómodo). Comedia musical muy entretenida, con buenos chistes, puteadas y METAL por todos lados, temas harto pegadizos, y un estridente Jack Black, que se redime, a mi criterio, del bodrio de School Of Rock. Lo curioso (o no tanto) es que buena parte del público se sabía a la perfección la letra de las canciones, haciéndome quedar como un gran pelotudo (con justa razón). Hasta hubo pogo y toda la cosa. Un gigantesco comienzo, para una noche que desde el vamos, prometía destrucción.
Tras la presentación del evento a cargo de Edward, el animador de siempre (pero en una versión más desatada), comenzó el bloque de j-music o AMVs… como sea. Si bien repetidos, temas legendarios como Pegasus Fantasy (en toda la noche la pasaron e interpretaron como once veces), We Gotta Power, Cha-la Head cha-la, openings de Bt’X, CC Sakura, Digimon y Pokemon (todos en español) y demás yerbas, levantaron a un auditorio abrumado. Cánticos y pogo al por mayor: los otakus, de parabienes. Poco antes de las dos de la mañana, con el pico de gente, subió a escena la primera de las bandas: ZenKai. Tal vez no tenga autoridad ni moral ni musical, pero la verdad, eran malísimos. Veamos. Primero: hicieron la gran mayoría de anime songs, por no decir todas, en sus versiones en español y, para peor, recortadas. Segundo: sonaban como el orto, tapando la batería el resto de los instrumentos, y las voces, claro. Tercero: eran malos tocando esos mismos instrumentos; el baterista pifió casi siempre, hasta el último tema que lo hizo más o menos. Cuarto: su presencia era menor a la presencia del gobierno nacional en temas de seguridad. Todo lo anterior lo digo con el mayor de los respetos (CAGATE!).
Luego de un breve descanso, que no fue tal, gracias a más música de la buena, arrancó Sayounara John Takeda, la segunda y última banda. Otra categoría. Se devoraron al público, que se rompió el alma, especialmente en la primera canción, durante la cual las bajas ascendieron a miles de millones. Lástima que subieron algunos tarados a cantar como ‘invitados’, entre ellos el rubio de mierda que solía animar los eventos de Yamato… Toda la potencia, toda la emoción. Después llego el bloque bizarro donde los muchachos de Toronja Producciones pasaron unos cuantos videos, bastante, bastante divertidos.
Siguieron sonando buenos temas. Bloque metalero (el gordo del sonido increíblemente no pasó algunos superclásicos, ganándose docenas de decenas de puteadas de mi parte), bloque dance y otras boludeces más, pero siempre sobre una línea bastante clara: nada de música de mierda. La plata de la entrada estaba más que justificada, quedando todavía la mitad de la fiesta. Y lo mejor, estaba al caer. Edward continuó con sus cabriolas, a lo Fabbiani, incitando a beber todo lo que en la barra se ofrecía. Justamente no toqué ese tema: el alcohol. La verdad, le vendían a cualquiera, mas este sagrado servicio, muy barato no era. Ambas cosas eran más que previsibles. Por gracia de la vida (que debe morir), pude ver la bichificación de algunos de mis amigos, en estado de proto-ebriedad. Sin embargo, tanta euforia evaporó cualquier vestigio de alcohol en sus organismos en cuestión de minutos.
Y así llegó el momento ‘dorado’ de la noche: el oficialmente llamado ‘Concurso Simpsons en Stream’… LA TRIVIA!! Por una Duff, la consigna era, básicamente, completar el dialogo de alguna escena de la serie tras una reproducción en pantalla. Emocionante; con clásicos de otro universo paralelo como el que a continuación retrato, sin copiarlo ni pegarlo ni escucharlo: “…no sabes lo que es eso Marge, yo soy el que va todos los días ahí a romperse el alma, y no estoy fuera de lugar… tu estás fuera de lugar… todo el maldito sistema está fuera de lugar… quieres la verdad? quieres la verdad? tu no puedes manejar la verdad… porque cuando se levanta la mano para tocar la cara de lo que fue tu mejor amigo… y es un montón de basura… uno no sabe que hacer … olvídalo Marge, ESTO ES EL BARRIO CHINO”. Hasta las lágrimas. Conmovedor. Increíble. Los que contestaban mal o no sabían de qué carajo se estaba hablando, eran acreedores del desprecio masivo y de una cantidad y calidad de insultos admirables. Edward nuevamente se lució, publicitando a Telefe de una manera más que descarada. Mi voz comenzó a morir, como si Tank estuviese cagándome a palos, bajo la atenta mirada de los bots, que no harían más que bailar y bailar (L4D!!!).
Después se prometieron concursos de baile de no-se-qué carajo, bloque de tecno-tango (mentira), carnaval carioca (mucho menos) y caramelos de regalo (ni a palos!). Nada de esto sucedió, lo que no impidió que la joda continuase. Si bien repetía canciones el muy hijo de puta de la música, todo el Centro Cultural estaba prendido fuego. La excitación anterior y los efectos inhibidores del alcohol, facilitaron la llegada al cenit del evento. Como siempre debió de ser, la energía fluía desde el público, desde abajo del escenario, hacia arriba de este. Y volvía a bajar, en forma de lluvia de furiosas piedras, entregando al público el empuje para seguir y seguir durante horas, sin importar que al día siguiente las gargantas estuviesen inutilizables, las piernas entumecidas, y las cabezas increíblemente abolladas. Claro, una vez alcanzada las 4AM, algunos empezaron a retirarse, otros a desinflarse, tras horas de intensidad pura. El bloque fiestero tuvo descontrol al principio, pero después todo murió. Me incluyo, claro (aunque hay ciertas dudas sobre si algunas vez estuve vivo, pero ese es tema para otro post).
La diversión, las bizarreadas, la fiesta loca estaba llegando a su fin. Afortunadamente me encontré, no sin antes sorprenderme como la gran mierda, con viejos amigos y amigas (viejos en todo sentido jaja), que me mantuvieron despierto hasta que se hicieron las seis de la mañana, cuando el animador nos ‘echo’ a todos, luego de agradecer por la concurrencia. La salida fue de lo más pacífica, con cansancio más que con borrachera (en todos los casos). La mañana era un hecho irreversible, como el lleno en el McMierda de Pellegrini y Corrientes.
Así, el espíritu de aquella bichificante Lazer ManiaX del 9 de Julio de 2007 (festejo de los primeros y únicos 10 años de la bíblica revista) invadió el CCBA durante más de ocho horas. Y no estoy comparando la lluvia de espuma con la histórica nevada sobre la provincia de Buenos Aires de aquél 9-7. Me refiero a que volvieron esas cosas que tenían los eventos de antes: proyecciones que no pasan desapercibidas para nada, bloques de música con canciones de verdad y no batatas de artistas que no le gustan a nadie, pogo eterno, bandas buenas, animadores con halo de estrella de cine, más pogo, sin stands apilados unos sobre otros, y un público incansable.
Las comparaciones son odiosas. Me cago en las comparaciones. Pero habrá gente que nunca aprenderá. Habrá gente que nunca entenderá que lo más importante es el fanático, que sacrifica su salud, su integridad moral y su presupuesto anual para ir a una puta convención, y que lo mínimo que los organizadores pueden hacer es llevarlos a un estado de bichificación parcial, o incluso total. De no ser así, la calidad no tiene más que esperar una dolorosa y triste muerte en los venideros años. 2,19 zenkos para Stream… y el que se la perdió, está avisado para la próxima.
Y? PONE MAIDEN LA PUTA QUE TE PARIO!! PONE MAIDEN!!
Mil ciento cincuenta y tres días habían pasado desde que este hijo de p… Zenki asistiera a un evento-animero nocturno… hasta Stream. No fue fácil contar los días, y tampoco fue fácil encontrar un motivo para volver a las andadas… hasta Stream. Las razones de la vuelta son tan simples, que en el infinito se vuelven complicadísimas. La última Anime Style Extreme (21 y 22 de agosto del presente), organizada por Jigoku Argentina (léase bien: NO Yamato, NO Deux), fue más que positiva… fue tremenda. Quizá lo mejor de este 2010. No es un exabrupto. Me refiero a que ellos también tuvieron la tan mentada ‘vuelta a las raíces’, con un arma infalible: la lealtad al otaku. No quiero hacerle la contra a los ‘intocables’. Me importa muy poco. Con este antecedente, ni bien la gente de Jigoku comenzó a promocionar la convención que con orgullo aquí reseño, la asistencia era un hecho… un hecho aterrador.
Luego de una tarde de mierda, como siempre (con facultad incluida), y tras una comunicación fallida con el resto de la banda, tomé rumbo norte, hacia el Centro Cultural Buen Ayre. Ya en la entrada no pude más que recordar aquel capítulo en el que el Pegaso Seiya enfila su cabeza directamente contra el ‘indestructible’ escudo del Dragón Shiryu... estaba cometiendo suicidio. No es fácil para los viejos como yo salir un sábado a la noche… especialmente porque nunca me gustó desperdiciar una noche fuera de casa, pudiendo quedarme a escuchar Radio Deja-vú (entren, entren, entren). Al ingresar, te recibían dos personas totalmente de negro, acordes con la inmensidad de la hermosa noche, un pseudo-patova más adelante (ciego al parecer), y por último la ‘boletera’. Las entradas que suele dar Jigoku en puerta son bastante parecidas a las rifas de Yamato, con la salvedad que las primeras dicen ‘entrada nº’. Stream no fue una excepción, por supuesto. Un despropósito, pero es lo que hay… El lugar estaba básicamente restringido al ‘Salón de las Artes’ y su piso superior, quedando el ‘Salón Imperial’ (donde se presentara el inigualable hombre de la boa - Nobuo Yamada) bloqueado por una escalera de pie de madera. Grata sorpresa al ver una buena concurrencia para esa hora (once y media de la noche aproximadamente), que aumentaría a niveles épicos en los siguientes minutos. Ahora bien, me crucé con mucha gente que no aparentaba 18 años ni a palos. A pesar de no estar explícito en las invitaciones (face, blog de Jigoku, tickets, o lo que sea), al ser una convención nocturna, y habiendo alcohol sobre todo, se suponía una restricción de edad. Pero NO fue el caso. Entraba casi cualquiera, marcando una tremenda diferencia con cualquier otra convención de este tipo. Ni hablar que dejaban fumar. Una inspección sorpresa de los hombres de Macri hubiese puesto fin a los tiempos je.
Adentrémonos en las actividades que se desarrollaron durante la Stream. Lo primero que voy a mencionar es la peli que nos dio la bienvenida: “Tenacious D In The Pick Of Destiny”. Si bien medio quemada, esta producción (que paso totalmente desapercibida para su servidor hace ya unos cuantos años - entre otras cosas por el vomitivo nombre con el que se la conoció acá: Delirios de Fama) merecería una review propia, a pesar de haber visto 1/4 o menos de la película (9/10 de ese tiempo estuve parado – incomodísimo – y 1/10, sentado – todavía más incómodo). Comedia musical muy entretenida, con buenos chistes, puteadas y METAL por todos lados, temas harto pegadizos, y un estridente Jack Black, que se redime, a mi criterio, del bodrio de School Of Rock. Lo curioso (o no tanto) es que buena parte del público se sabía a la perfección la letra de las canciones, haciéndome quedar como un gran pelotudo (con justa razón). Hasta hubo pogo y toda la cosa. Un gigantesco comienzo, para una noche que desde el vamos, prometía destrucción.
Tras la presentación del evento a cargo de Edward, el animador de siempre (pero en una versión más desatada), comenzó el bloque de j-music o AMVs… como sea. Si bien repetidos, temas legendarios como Pegasus Fantasy (en toda la noche la pasaron e interpretaron como once veces), We Gotta Power, Cha-la Head cha-la, openings de Bt’X, CC Sakura, Digimon y Pokemon (todos en español) y demás yerbas, levantaron a un auditorio abrumado. Cánticos y pogo al por mayor: los otakus, de parabienes. Poco antes de las dos de la mañana, con el pico de gente, subió a escena la primera de las bandas: ZenKai. Tal vez no tenga autoridad ni moral ni musical, pero la verdad, eran malísimos. Veamos. Primero: hicieron la gran mayoría de anime songs, por no decir todas, en sus versiones en español y, para peor, recortadas. Segundo: sonaban como el orto, tapando la batería el resto de los instrumentos, y las voces, claro. Tercero: eran malos tocando esos mismos instrumentos; el baterista pifió casi siempre, hasta el último tema que lo hizo más o menos. Cuarto: su presencia era menor a la presencia del gobierno nacional en temas de seguridad. Todo lo anterior lo digo con el mayor de los respetos (CAGATE!).
Luego de un breve descanso, que no fue tal, gracias a más música de la buena, arrancó Sayounara John Takeda, la segunda y última banda. Otra categoría. Se devoraron al público, que se rompió el alma, especialmente en la primera canción, durante la cual las bajas ascendieron a miles de millones. Lástima que subieron algunos tarados a cantar como ‘invitados’, entre ellos el rubio de mierda que solía animar los eventos de Yamato… Toda la potencia, toda la emoción. Después llego el bloque bizarro donde los muchachos de Toronja Producciones pasaron unos cuantos videos, bastante, bastante divertidos.
Siguieron sonando buenos temas. Bloque metalero (el gordo del sonido increíblemente no pasó algunos superclásicos, ganándose docenas de decenas de puteadas de mi parte), bloque dance y otras boludeces más, pero siempre sobre una línea bastante clara: nada de música de mierda. La plata de la entrada estaba más que justificada, quedando todavía la mitad de la fiesta. Y lo mejor, estaba al caer. Edward continuó con sus cabriolas, a lo Fabbiani, incitando a beber todo lo que en la barra se ofrecía. Justamente no toqué ese tema: el alcohol. La verdad, le vendían a cualquiera, mas este sagrado servicio, muy barato no era. Ambas cosas eran más que previsibles. Por gracia de la vida (que debe morir), pude ver la bichificación de algunos de mis amigos, en estado de proto-ebriedad. Sin embargo, tanta euforia evaporó cualquier vestigio de alcohol en sus organismos en cuestión de minutos.
Y así llegó el momento ‘dorado’ de la noche: el oficialmente llamado ‘Concurso Simpsons en Stream’… LA TRIVIA!! Por una Duff, la consigna era, básicamente, completar el dialogo de alguna escena de la serie tras una reproducción en pantalla. Emocionante; con clásicos de otro universo paralelo como el que a continuación retrato, sin copiarlo ni pegarlo ni escucharlo: “…no sabes lo que es eso Marge, yo soy el que va todos los días ahí a romperse el alma, y no estoy fuera de lugar… tu estás fuera de lugar… todo el maldito sistema está fuera de lugar… quieres la verdad? quieres la verdad? tu no puedes manejar la verdad… porque cuando se levanta la mano para tocar la cara de lo que fue tu mejor amigo… y es un montón de basura… uno no sabe que hacer … olvídalo Marge, ESTO ES EL BARRIO CHINO”. Hasta las lágrimas. Conmovedor. Increíble. Los que contestaban mal o no sabían de qué carajo se estaba hablando, eran acreedores del desprecio masivo y de una cantidad y calidad de insultos admirables. Edward nuevamente se lució, publicitando a Telefe de una manera más que descarada. Mi voz comenzó a morir, como si Tank estuviese cagándome a palos, bajo la atenta mirada de los bots, que no harían más que bailar y bailar (L4D!!!).
Después se prometieron concursos de baile de no-se-qué carajo, bloque de tecno-tango (mentira), carnaval carioca (mucho menos) y caramelos de regalo (ni a palos!). Nada de esto sucedió, lo que no impidió que la joda continuase. Si bien repetía canciones el muy hijo de puta de la música, todo el Centro Cultural estaba prendido fuego. La excitación anterior y los efectos inhibidores del alcohol, facilitaron la llegada al cenit del evento. Como siempre debió de ser, la energía fluía desde el público, desde abajo del escenario, hacia arriba de este. Y volvía a bajar, en forma de lluvia de furiosas piedras, entregando al público el empuje para seguir y seguir durante horas, sin importar que al día siguiente las gargantas estuviesen inutilizables, las piernas entumecidas, y las cabezas increíblemente abolladas. Claro, una vez alcanzada las 4AM, algunos empezaron a retirarse, otros a desinflarse, tras horas de intensidad pura. El bloque fiestero tuvo descontrol al principio, pero después todo murió. Me incluyo, claro (aunque hay ciertas dudas sobre si algunas vez estuve vivo, pero ese es tema para otro post).
La diversión, las bizarreadas, la fiesta loca estaba llegando a su fin. Afortunadamente me encontré, no sin antes sorprenderme como la gran mierda, con viejos amigos y amigas (viejos en todo sentido jaja), que me mantuvieron despierto hasta que se hicieron las seis de la mañana, cuando el animador nos ‘echo’ a todos, luego de agradecer por la concurrencia. La salida fue de lo más pacífica, con cansancio más que con borrachera (en todos los casos). La mañana era un hecho irreversible, como el lleno en el McMierda de Pellegrini y Corrientes.
Así, el espíritu de aquella bichificante Lazer ManiaX del 9 de Julio de 2007 (festejo de los primeros y únicos 10 años de la bíblica revista) invadió el CCBA durante más de ocho horas. Y no estoy comparando la lluvia de espuma con la histórica nevada sobre la provincia de Buenos Aires de aquél 9-7. Me refiero a que volvieron esas cosas que tenían los eventos de antes: proyecciones que no pasan desapercibidas para nada, bloques de música con canciones de verdad y no batatas de artistas que no le gustan a nadie, pogo eterno, bandas buenas, animadores con halo de estrella de cine, más pogo, sin stands apilados unos sobre otros, y un público incansable.
Las comparaciones son odiosas. Me cago en las comparaciones. Pero habrá gente que nunca aprenderá. Habrá gente que nunca entenderá que lo más importante es el fanático, que sacrifica su salud, su integridad moral y su presupuesto anual para ir a una puta convención, y que lo mínimo que los organizadores pueden hacer es llevarlos a un estado de bichificación parcial, o incluso total. De no ser así, la calidad no tiene más que esperar una dolorosa y triste muerte en los venideros años. 2,19 zenkos para Stream… y el que se la perdió, está avisado para la próxima.
Y? PONE MAIDEN LA PUTA QUE TE PARIO!! PONE MAIDEN!!
Written and Posted by Cesar de la Luz
Dedicated to Ispa Brothers and Mimiru-chan
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