domingo, 20 de septiembre de 2009

La Jubilación de Yamato

«Los buenos tiempos terminan demasiado aprisa. Los malos tiempos continúan por siempre.»
Observación de Tracy sobre el tiempo

El silencio de los inocentes es, a veces, más fuerte que las voces clamorosas de los culpables.
[Pedro Arribas Sánchez]


Awake 2009 - Review Eventos

Todos los bombos y platillos que la gente de Yamato Argentina tenía en su poder, se rompieron en un millón de pedazos en la Anime Friends. Luego de las presencias de Montaner Kageyama, Endoh, Kitadani y Ricardo Cruz, los artistas internacionales se acabaron. En el evento en cuestión, denominado Awake (con inusitada sagacidad, por cierto), la figura fue un tal Hideki Ito. Es imposible describir a este señor. Y digo señor, porque es, lisa y llanamente, un viejo hijo de re mil puta. No faltaron quienes desearon descuartizarlo con palitos y después comerse los restos. Para retratar mejor lo sucedido el fin de semana del 19 y 20 de septiembre, debemos citar lo sucedido hace un par de meses, el llamado ‘evento del año’.

Los Hijos de Zenki, por razones de fuerza mayor, no realizaron una review de la Anime Friends. He aquí una pequeña referencia. Sin eufemismo alguno, el evento fue una soberana mierda. Por si no queda claro, vamos con algunas apreciaciones puntuales. El lugar (Colegio Nichia Gakuin), una cagada. Los concursos de cosplay, en horarios indescifrables (se reprogramaron hasta las partidas de anime-truco). La firma de autógrafos, un quilombo. La comida, incomestible e inconseguible (palabra que sabemos que no existe). El clima, una real poronga. Todo, sin mencionar el pequeñísimo problema de la “Gripe A”. En resumen, peor que la Animeku 2008. Qué se le puede achacar a Yamato? Bueno, habría que analizarlo bien. La falla fundamental, fue la pésima elección del lugar. No se puede realizar un evento de este tipo, en una escuela laberíntica y en construcción. Este yerro, acarreó consigo los imponderables del clima (todo al aire libre, nos cagamos de frío) y de la aglomeración de público (solo un pasillo de 3 metros de ancho separando los dos cuerpos del colegio). Pero más importante que todo lo anterior, fue sin dudas, que no se pudiese fumar, aún habiendo zonas al aire libre. Una caca para los fumadores.

A pesar de todas las cosas negativas que tuvo aquella chotada, el show de los Midachi japoneses (Hiro, Maasaki, Kitadani), sumados a ‘The Jardi’, fue soberbio, casi diría, bichificante. Ese si fue, un acierto gigante de los organizadores, que pudieron traer a cuatro de los sesenta y siete miembros de JAM Proyect.

Con esta tremenda mochila, cargaba Yamato Argentina… La mochila de no hacer un evento peor. La Awake, dejó en evidencia el lado flaco de Yamato. El lado flaquísimo. Esquelético podría decirse. La elección del lugar (nuevamente), ya era motivo de discordia. Otra vez el Club 947, en San Telmo, donde se realizara la anterior (marzo de este año). Este boliche tiene pinta de ser un antro, por fuera. Cuando uno ingresa, se da cuenta de que es peor de lo imaginado. Para variar, la gente de seguridad no ha cambiado en nada (recordad los incidentes en la noche del evento de marzo). Unos forros (e irresponsables: pasé sin cacheo y sin que me revisaran la mochila gracias a la distracción proporcionada por Catri e Impa).

Por supuesto, antes que nada, debo aceptar que llegar a las 4 de la tarde, fue un horror. Igual llamaba la atención, la escasa cantidad de público en el hall de entrada, donde destacan siempre los stands de Meo-Tokyo y Pinsmakers. Incluso había lugar de sobra para la mesa de inscripciones (para los concursos), acompañada por más de diez miembros del staff de Yamato (y sus remeritas comunistas). En la pista, poquísima gente. Cosplays destacados: un Ryuk y nada más. Mención aparte (del universo), merece el híbrido “humano-Misa-Riquelme-Fandiño-monstruo”. En el escenario no había demasiado, al principio. Extrañaba la parsimonia de los otakus… como que el evento estaba demasiado aburrido. En los stands no había ninguna novedad, salvo los siempre bien ponderados posters (Impa compró). Mientras uno caminaba, se podían escuchar los temas pedorros de fondo. Ni una canción buena en toda mi estadía. No había demasiada cola para comprar alguna cosita comestible (al margen de éste grupo, las empanadas de dudosa procedencia y los sándwiches de mondiola -_^ y mortadela). Seguramente el ambiente había estado más encendido durante la Animeke o algún concurso de cosplay, o incluso durante algún bloque de música mucho más decente. Pero todo esto, no lo vi. Ahí está el error de llegar tan tarde.

La tranquilidad llegó a su fin, cuando hizo su aparición estelar, un veterano con traje grisáceo y micrófono en mano. Cualquiera pensaría que era un presentador o incluso un periodista japonés (de los que rompieron las pelotas por Argentina cuando vinieron artistas internacionales). Pero no. Era la estrella invitada del evento: Hideki Ito. Ah, cuando dije, “la tranquilidad llegó a su fin” fue un exabrupto nomás, porque la gran mayoría ni se dio cuenta que había subido al escenario. Parecía ser el audio de una proyección chota como las anteriores. El espectáculo de este señor fue insólito. Indignante. Interpretó canciones totalmente desconocidas, incluso para el más freak. Algunos lo compararon con Luís Miguel (Brai), con Jairo (Catri) y hasta con el mismísimo Sandro Of America. Sin embargo esta última comparación es inadmisible, ya que el UNICO Sandro japonés es Kouji Wada. Se dirigía al público en Japozuca (japonés + portugués). Sus movimientos eran muy limitados (por la edad, claro). Necesitó de constantes dosis de insulina y permanentes descansos para poder sobrevivir… y claro, también del infaltable pulmotor (de la misma marca que usan Kouji-san y los Midachi). De vez en cuando, desaparecía del escenario por un lado, y emergía del piso. Lo que se dice, un verdadero mago. Como cierre a su descomunal show, cantó el opening de Mazinger: la única canción que la gente (bah, un cuarto de la gente) coreó. Se despidió del público entre aplausos e indiferencia absoluta. El presentador de Yamato (el rubio pelilargo de siempre) lo alabó, increíblemente. Ahora hablando en serio, no se cual fue el motor de Yamato, para traer a este señor mayor. No lo se. No obstante, reconozco que sin él, el evento no hubiese sido tan “divertido”. Con todo y esto, la pregunta obligada es: por qué no vino Ricardo? ^_^

Luego del “concierto”, solo había tiempo para alguna vuelta más y alguna compra de último minuto. Pero ya era demasiado. Luego de ver a Juan Román, me retiré del lugar, alcanzando a mis compañeros, miembros del GAPOROPAT ellos. Ahí radicó el otro horror: no haber aguantado un poquito más, para ver los concursos o algo. La tarde de sábado, concluyó en la casa de Maca @.@. Hay algunos testimonios fotográficos de esto je. Y ni hablar de videos. Ojo, no es que el evento hubiese estado aburrido, sino que era preferible morirse a estar ahí adentro…

Por supuesto, nosotros no somos perfectos (mucho menos nosotros, miserables ratas de puerto en estado de bichificación). Tal vez no podríamos tener, ni en cien años, las ideas de Yamato; o su capacidad de negociación y organización; o su compromiso para con el fandom (incluido LHDZ); o su excelente predisposición. A los miembros (y defensores) de Yamato les decimos, que nuestros comentarios no tienen mala intención. Al contrario, sabemos que todo lo pueden mejorar. Sin embargo sería de pelotudos, no decir que en esta Awake, se fueron a la reverendísima mierda; por el artista que trajeron y porque volvieron a cometer el error de organizar un evento en ese boliche pedorro.

El título de esta review es más que elocuente. Había pensado en algo así como “La Muerte de Yamato”. Pero creo que merecen una oportunidad más, aunque esta oportunidad se llame Alter Friends. Al fin y al cabo, se han ganado ese derecho.

A VE’ SI TENE’ UNA BOMBA […] EH, PIBE, ETAMO’ TRABAJANDO NOSOTRO’


Written and Posted by Cesar de la Luz
Dedicated to JR Fandiño and Catriel ‘Joe Jonas’ Balias

martes, 8 de septiembre de 2009

El gato con botas (sobretodo y pistola)

Mis alas han olvidado cómo volar porque solamente he fingido agitarlas.
Me pregunto si tiene sentido poseer alas que no puedan volar…
[Alguien]

Los humanos no pueden vivir sin recuerdos, pero tampoco pueden
vivir solo de recuerdos […] Al final, un sueño tiene que acabar […] Un sueño
sin final acabaría por convertirse en tristeza.
[Otro]


Black Cat - Review Anime

Un gato negro que cruza por delante, un espejo roto, el número trece, pasar por debajo de una escalera; son algunas de las cosas que el común de las personas considera de “mala suerte”. Quien escribe, considera que todas estas cosas no son más que boludeces. Lo que no es boludo, es lo que la televisión por cable nos ofrece desde el mes de agosto.

Después de muchos intentos, fallidos y desastrosos, Animax estrenó una serie del inhumano estudio Gonzo, que vale la pena. Previamente tuvimos que soportar fiascos de la talla de Trinity Blood, Samurai 7up, Montecristo, Gantz o Hellsing. La recta que corta todas estas series nos muestra entre otras cosas: finales pedorros e incomprensibles (en el mejor de los casos); muerte de los mejores personajes (en la inmensa mayoría de los casos); animación volátil (capítulos de excelente calidad, y otros que dan ganas de vomitar); añadiendo el doblaje venezolano de siempre, claro.

Si bien en Black Cat, seguimos deleitándonos con las voces del país de Chávez, el resto de las cosas, son increíblemente salvadas. Aunque la animación está (apenas) por encima del promedio, la historia es muy entretenida y nos brinda una perfecta ocasión para perder el tiempo viendo anime. Habrá que considerarnos afortunados entonces je.

Kentaro Yabuki es el hombre detrás del manga de Black Cat, publicado por la Shonen Jump entre 2000 y 2004, con un éxito de la puta madre.

La organización Chronos es la encargada de impartir justicia y garantizar la libertad a la población del mundo mundial, controlando, además, un tercio de la economía del planeta. Allí es donde entra el protagonista, Train Heartnet, miembro de los llamados ‘Chrono Numbers’ (en este caso, el trece – Thirteen). De pocas palabras y mucha destreza y frialdad a la hora de llevar a cabo una misión, Black Cat obedece sin chistar los mandatos de la organización. Para sus propósitos porta a Hades, una pistolita de orihalcon (material similar al cartón mojado). Por otro lado, tenemos al ex agente del Departamento de Investigación Internacional (y tuerto) Sven Vollfied, ahora devenido (o devengado, contablemente hablando) en caza-recompensas. Autoproclamado “caballero”, este fumador (por lo tanto, un capo total :P) deambula de ciudad en ciudad, aceptando cualquier misión que, al mejor estilo GetBackers, siempre sale como el culo (para él), y termina mendigando comida en el bar de turno en la ciudad de turno. Más allá de la batería de trucos que guarda en la maleta, su arma principal es el “vision eye”, algo así como clarividencia (parecía obvio).

Sus caminos se cruzan, por vez primera, en ocasión del asesinato del gangster-electo-alcalde Lib Tyrant, a manos de Train. Su próximo encuentro, introduce a los dos personajes femeninos principales de la serie. Rinslet Walker, ladrona profesional de voluptuosa figura, convence (previa peluca rubia) a Sven para llevar a cabo una misión de lo más simple: rescatar a su hermana. Claro, el supuesto rehén no era su hermana, y tampoco era una misión simple. La secuestrada en cuestión es Eve, una jovencita rubia de aspecto frío y voz asquerosamente suave, que en realidad no es más que una bio-weapon (literalmente) creada a partir de nano-tecnología. Intención de Rins: conseguir información sobre esta tecnología, para hacerse de plata y comprarse una peluca que engañe a alguien. Mientras tanto, Chronos envía a su Eraser preferido (más bien esclavo) para exterminar a Eve. Qué capacidades posee esta pequeña Rei Ayanami (tiene hasta los ojos del mismo color) de pelo amarillo? Puede transformarse en el arma que desee (ej: sartén de teflón), mutando cualquier parte de su cuerpo; habilidad conocida como “Trance”. Finalmente, después de la principesca intervención de Sven, Eve es rescatada de las manos de Torneo Ludman (qué nombres de mierda que tienen todos por dios!). Y Train? Bueno, decide no asesinar a la rubiecita y abandona Chronos para disgusto de los viejos putos de la organización.

El súbito cambio de Train (en su opinión sobre la organización, y en su personalidad también) es por obra y gracia del mejor personaje de todos, Saya Minatsuki, otra caza-recompensas (está visto que hay más de éstos, que gente común y corriente). El “gato negro” decide acompañar a Sven y a Eve, convirtiéndose inexorablemente en… un caza-recompensas (que también come más de lo que puede pagar). La cosa se complica cuando hace su aparición el grupo revolucionario conocido como Apóstoles de las Estrellas, algo así como la contra de Chronos. Su líder es el inaguantable Creed Diskenth, un narcisista cara de pistola obsesionado con Train. El objetivo de esta tropa, es algo así como establecer un nuevo orden mundial, donde ellos gobiernen decidiendo quien vive y sirve, y quien no (típico de grupo pedorro). Utilizan básicamente los poderes del Tao, proporcionados por un elixir colorado (Shinkitou).

Ya entrada la segunda mitad de la serie, todo se va al recontra carajo cuando miembros de Chronos traicionan a la organización para unirse a otros desertores, en este caso, del grupo de los taoistas… Pero como era afano, al grupito de Train, Sven, Eve, Rins se unen: algunos Chrono Numbers (Sephiria y Jenos Hazard entre otros), ex miembros de los Apóstoles (Kyouko Kirisaki, Charden, Leon), Woodney (el falso Black Cat, en este caso, gordito), un nutrido grupo de caza-recompensas, y la directora del proyecto sobre nano-tecnología y clonación que creó a Eve, Tearju Lunatique… es decir, un equipo bastante heterogéneo…

Los arcos argumentales están bastante bien desarrollados a pesar de su duración: tan solo 23 episodios. Eso es admirable, viniendo de Gonzo. Destacado, es el fantástico primer ending “Namidaboshi”, tanto por la música como por las imágenes de los personajes principales, en forma gatuna. La serie es altamente recomendable, más si gustaron de animes como GetBackers, HunterxHunter, Ranma (mentira, es una de las mierdas más grandes de la historia) o Hajime no Ippo (mentira, no tiene nada que ver).

En fin, Black Cat ofrece mucho, en pocos capítulos: acción por doquier, toques infaltables e infalibles de comedia, muchísimos personajes de la concha de la lora y, POR FIN, un final decente.

INORIMASUUUU!!

Written and Posted by Cesar de la Luz